Michel Barnier prometió responder a la “ira” del pueblo en su primer discurso como primer ministro de Francia.
Hablando en la ceremonia de entrega junto a su predecesor Gabriel Attal en París, Barnier dijo que su nuevo papel se concentrará en solucionar una serie de problemas que causan resentimiento entre los votantes franceses.
“Se tratará de responder lo mejor posible a los desafíos, a la rabia de la que han hablado, al sufrimiento, al sentimiento de abandono, a la injusticia que recorre, demasiado, nuestras ciudades, nuestros barrios y nuestros campos”, afirmó.
El presidente Emmanuel Macron nombró a Barnier como primer ministro el jueves, con la esperanza de que el veterano conservador pueda trabajar con la legislatura amargamente dividida del país y poner fin a la agitación política que ha sacudido la presidencia de Macron.
A sus 73 años, Barnier es el mayor de los 26 primeros ministros que han servido a la Quinta República de la Francia moderna.
Sustituye al más joven, Gabriel Attal, que tenía 34 años cuando fue nombrado hace apenas ocho meses.
Es un veterano leal del recientemente rebautizado partido de derecha Derecha Republicana (LR) y ha tenido una larga carrera política en Francia y la UE, habiendo servido dos veces como Comisario Europeo y, entre 2016 y 2021, como negociador jefe de la UE para el Brexit.
El nombramiento de Barnier pone fin a más de 50 días de gobierno interino en Francia, pero no ofrece garantías de volver a la calma política.
La actual Asamblea Nacional está dividida en tres bloques: la coalición de izquierda NFP (que obtuvo la mayoría de los escaños pero no alcanzó la mayoría absoluta), el grupo centrista de Macron y el partido de extrema derecha Agrupación Nacional.
Y se enfrenta a la difícil tarea de tener que trabajar con ese parlamento enconado y profundamente dividido que surgió de una elección legislativa anticipada que Macron convocó en junio.
“Con Michel Barnier en Matignon como primer ministro, el presidente sigue claramente en el poder. No se ve desafiado por su primer ministro. La extrema moderación y el carácter conciliador de su primer ministro son un punto a favor del presidente, pero no necesariamente de los franceses que han votado a la izquierda y que se sienten traicionados”, afirma el politólogo Dominique Moisi.
Barnier tendrá ahora que sobrevivir a un voto de confianza en la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento francés.
Según los expertos, al elegir a Barnier, Macron podría haber fortalecido inevitablemente la posición de Agrupación Nacional y haberle otorgado el papel de hacedor de reyes, pero no se debe subestimar la importancia de la izquierda si Barnier va a asumir el puesto de primer ministro.
“Hoy en día, tenemos tres grandes protagonistas en política: Macron, Mélenchon y Marine Le Pen. Y hay dos de los que se considera que están haciendo un lío. Es simplemente un paso más que ayuda a dar más credibilidad a la extrema derecha”, explica a Euronews Emmanuel Rivière, politólogo y experto en encuestas.
Si sobrevive al voto de confianza, el nuevo jefe de gobierno tendrá que ponerse a trabajar: primero, Francia debe presentar sus propuestas de recorte del gasto público a la UE antes del 20 de septiembre, aunque ese plazo puede extenderse hasta octubre.
Barnier tendrá ahora que sobrevivir a un voto de confianza en la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento francés.
Según los expertos, al elegir a Barnier, Macron podría haber fortalecido inevitablemente la posición de Agrupación Nacional y haberle otorgado el papel de hacedor de reyes, pero no se debe subestimar la importancia de la izquierda si Barnier va a asumir el puesto de primer ministro.
“Hoy en día, tenemos tres grandes protagonistas en política: Macron, Mélenchon y Marine Le Pen. Y hay dos de los que se considera que están haciendo un lío. Es simplemente un paso más que ayuda a dar más credibilidad a la extrema derecha”, explica a Euronews Emmanuel Rivière, politólogo y experto en encuestas.
Si sobrevive al voto de confianza, el nuevo jefe de gobierno tendrá que ponerse a trabajar: primero, Francia debe presentar sus propuestas de recorte del gasto público a la UE antes del 20 de septiembre, aunque ese plazo puede extenderse hasta octubre.
Para cumplir con las normas de la UE, Francia tendría que realizar recortes de al menos 30.000 millones de euros en 2025.
Está previsto que el próximo 1 de octubre se presente al Parlamento el proyecto de presupuesto del país para 2025, en un momento en el que las finanzas públicas francesas atraviesan una situación desesperada.