Agosto concluyó con 193.704 puestos de trabajo menos, el peor registro de los últimos cinco años y el quinto en el que más empleo se ha destruido de la historia. Así se refleja en las estadísticas de afiliación a la Seguridad Social correspondientes al pasado mes que el Gobierno ha difundido este martes.
Pese a la merma en el empleo ,característica de un mes en el que es difícil sacar lecturas en lo laboral por la fuerte estacionalidad, la afiliación se mantiene por encima de la barrera de los 21 millones de empleos. Concretamente, se sitúa en 21.189.402, casi medio millón por encima del nivel de hace un año.
En lo que respecta al desempleo,l el número de parados aumentó en 21.884 personas hasta alcanzar los 2.572.121. Un dato elevado, pero que se mantiene en niveles mínimos desde 2008, el año en el que comenzó la gran recesión. Además, se trata del menor incremento en el desempleo para un mes de agosto de los últimos seis años
“Hemos consolidado los 21,1 millones de trabajadores y estamos muy cerca de los 21,2 millones, en un mes con un fuerte componente estacional”, ha valorado Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones tras conocerse el dato. Si ‘limpiamos’ ese efecto estación con la fórmula estadística que emplea el Gobierno, el empleo avanzó en 30.189 afiliados, lo que implica una aceleración tras el parón registrado en julio (solo aumentó en 1.335 empleos ese mes).
La difícil lectura del mes de agosto
A diferencia de lo que se suele pensar, la destrucción de empleo que se produce en agosto no se debe tanto al final de la campaña estival, sino a los ajustes de personal que hacen ciertas empresas en esta época. El final del verano se aprecia más en los datos de septiembre. Prueba de ello es que la hostelería ,la actividad más típicamente ligada a los meses de buen tiempo ganó todavía 2.172 afiliados el mes pasado.
Al contrario, la gran destrucción de empleo se registra en actividades como la educación (que pierde 72.338 afiliados) y, en menor medida en otros como la construcción (19.060), la industria manufacturera (17.373), las actividades administrativas (16.969) o las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (14.868).
El de la educación es quizá el ejemplo más paradigmático de lo difícil que resulta leer correctamente los datos de agosto. En este sector, decenas de miles de trabajadores con contratos fijos-discontinuos pasan a la inactividad por las vacaciones escolares. En septiembre, muchos de ellos vuelven a trabajar y vuelven a la actividad, con lo que cuentan de nuevo como afiliados.
En otros sectores se produce un fenómeno similar. Algunas empresas recurren a despidos o a pases a la inactividad en caso de los contratos fijos-discontinuos para ahorrarse los costes que supone pagar las vacaciones de verano a sus trabajadores. Este fenómeno es conocido desde hace tiempo, y la reforma laboral no parece haber alterado la dinámica.
Para terminar de rizar el rizo, en agosto también se produce el efecto contrario: hay empresas o administraciones que refuerzan las plantillas en un periodo en el que mucha gente está de vacaciones. Esto se ve muy bien en la sanidad, una actividad que difícilmente puede permitirse prescindir de personal. Este sector ganó 17.000 afiliados este agosto y suele aumentar el empleo este mes.
En cualquier caso, agosto es un mes en el que la contratación es escasa y esto se observa bien en las estadísticas que publica el Ministerio de Trabajo. El pasado mes apenas se firmaron 1.040.159 contratos de trabajo, el dato más reducido en lo que llevamos de año. De ellos, solo un 37,5% fueron indefinidos.