La Comisión Europea pide a Mongolia que cumpla con sus obligaciones ante la Corte Penal Internacional (CPI) y arreste a Vladimir Putin durante su próximo viaje al país.
“Mongolia es un Estado Parte del Estatuto de Roma de la CPI desde 2002, con las obligaciones jurídicas que ello implica. Hemos expresado nuestra preocupación por la visita y hemos expuesto claramente nuestra posición respecto de la CPI a través de nuestra delegación en Mongolia”, dijo el lunes un portavoz de la Comisión, en referencia al tratado que sustenta al tribunal.
“La UE apoya la investigación del Fiscal de la CPI en Ucrania y pedimos la cooperación de todos los Estados partes”.
La visita de Putin, prevista para el martes, será la primera que realice el presidente ruso en el territorio de un Estado parte de la CPI desde que el tribunal emitió una orden de arresto contra él por crímenes de guerra cometidos en Ucrania. Un viaje anterior a Sudáfrica, otro Estado parte, fue cancelado tras la protesta internacional.
Putin y una de sus adjuntas, Maria Alekseyevna Lvova-Belova, están acusados de ser responsables de la deportación y el traslado de niños ucranianos desde las zonas ocupadas a Rusia. El Kremlin ha calificado las acusaciones de “escandalosas e inaceptables” y ha tachado la decisión de la CPI de “jurídicamente nula”.
Rusia no es parte del Estatuto de Roma
Por el contrario, Mongolia sí cumple las órdenes de arresto emitidas por el tribunal, y se espera que lo haga. El tribunal con sede en La Haya no tiene los medios para hacer cumplir sus decisiones y depende de los Estados partes para que proporcionen los recursos necesarios, incluso arrestando a cualquier sospechoso que ponga un pie en su territorio.
Mongolia no ha dado señales de que vaya a dar un paso adelante y cumplir con la solicitud durante la visita de alto perfil, organizada por invitación del presidente mongol Ukhnaagiin Khürelsükh. Se espera que los jefes de Estado mantengan conversaciones oficiales y celebren una serie de hitos en las relaciones bilaterales.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que no hay “ninguna preocupación” por el viaje. “Mantenemos un diálogo maravilloso con nuestros amigos de Mongolia”, afirmó.
La CPI no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios
La semana pasada, un portavoz de la CPI recordó a Mongolia sus obligaciones en virtud del Estatuto de Roma y dijo que “en caso de falta de cooperación, los jueces de la CPI pueden emitir un dictamen en ese sentido e informar de ello a la Asamblea de los Estados Partes. A continuación, corresponde a la Asamblea adoptar las medidas que considere apropiadas”, sin especificar la naturaleza de esas medidas.
Human Rights Watch también intervino en el debate, instando a Mongolia a negar la entrada a Putin o a ponerlo bajo arresto.
“Dar la bienvenida a Putin, un fugitivo de la CPI, no sólo sería una afrenta a las numerosas víctimas de los crímenes de las fuerzas rusas, sino que también socavaría el principio crucial de que nadie, no importa cuán poderoso sea, está por encima de la ley”, dijo Maria Elena Vignoli, asesora senior de justicia internacional de Human Rights Watch.
La organización señaló que Mongolia estaba entre los 94 países que firmaron en junio una declaración conjunta declarando su “apoyo inquebrantable” a la CPI después de que el fiscal Karim Khan enfrentara una reacción violenta por solicitar órdenes de arresto contra dos funcionarios israelíes, incluido el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, y tres líderes de Hamas.