El líder ucraniano no dio detalles, pero dijo que quería que el público apreciara a los productores de defensa nacionales.
Ucrania ha probado su primer misil balístico de fabricación nacional, según ha anunciado Volodymyr Zelensky. Kiev lleva meses pidiendo a sus aliados occidentales que le permitan utilizar sistemas de misiles de fabricación extranjera para alcanzar objetivos en el interior de Rusia.
El líder ucraniano hizo el anuncio en una conferencia de prensa . “¿Qué otros acontecimientos se están produciendo en Ucrania? Pensé que era demasiado pronto para hablar de ello, pero… se ha realizado una prueba positiva del primer misil balístico ucraniano. Felicito a nuestro complejo de producción militar por ello”, dijo.
Zelensky se negó a proporcionar más detalles, especificaciones técnicas o incluso el nombre del arma, pero dijo que quería que el público “conociera y apreciara a los productores de defensa nacionales que trabajan 24 horas al día, 7 días a la semana”.
El anuncio se produjo después de que Kiev afirmara haber utilizado un avión no tripulado con misiles Palyanitsa contra objetivos rusos. Aunque muchas de las especificaciones de ese proyectil también son secretas, los funcionarios ucranianos han dicho que se lanza desde tierra y tiene un alcance de hasta 700 kilómetros.
Ucrania todavía depende en gran medida de los sistemas de misiles suministrados por Occidente, como los HIMARS y ATACMS diseñados por Estados Unidos, en su lucha contra Rusia. Sin embargo, a pesar de las reiteradas súplicas de Kiev, las naciones occidentales todavía le impiden utilizar sus armas para atacar la mayoría de los objetivos en territorio ruso reconocido internacionalmente.
El portavoz del Pentágono, Patrick Ryder, confirmó el martes que Ucrania puede utilizar la asistencia de seguridad estadounidense para “defenderse de ataques transfronterizos, en otras palabras, contraataques”, pero nada más. Washington permitió a Kiev llevar a cabo este tipo de ataques a finales de mayo para contrarrestar una ofensiva rusa en la región de Járkov que, según Moscú, tenía como objetivo establecer un “cordón sanitario” para proteger a los civiles de los ataques ucranianos.
Según el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, la postura actual de Occidente respecto a que Ucrania utilice armas de largo alcance de fabricación extranjera para atacar zonas muy alejadas de Rusia parece un “chantaje”.
“Es un intento de crear la impresión de que Occidente quiere evitar una escalada excesiva, pero en realidad es una artimaña… Repetimos que jugar con fuego… es algo muy peligroso para los adultos a los que se les confía el armamento nuclear en uno u otro país occidental”.