Los productores de aceite de oliva españoles afirman que los grandes supermercados están obteniendo enormes beneficios a costa de los consumidores al obtener un margen del 59% sobre el precio inicial.
Las olas de calor y la sequía han paralizado la producción de aceite de oliva en los últimos años.
España, el mayor proveedor de aceite de oliva del mundo, espera que la producción caiga un 50% este año.
Además de crear un caldo de cultivo perfecto para productos falsificados , la escasez hizo que los precios se dispararan.
Los agricultores españoles afirman que los supermercados se están aprovechando de la situación para aumentar sus beneficios a costa de los consumidores.
“El precio inicial de nuestros productos sólo ha aumentado un 3%”, afirma Carles Peris Ramos, secretario general de la asociación de agricultores La Unió.
“Y aún así, los consumidores pagan un 59% más cuando compran en grandes supermercados”.
Pedro Reig, director de la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana, sostuvo que “el precio del aceite de oliva virgen se ha mantenido por debajo de los 10 euros durante todo el año 2024”.
Sin embargo, las organizaciones de consumidores denuncian que los precios siguen siendo demasiado altos, a pesar de la eliminación total del impuesto sobre el valor añadido del aceite de oliva en España desde el 1 de julio.
Los consumidores españoles están reaccionando cambiando a productos más baratos, como el aceite de girasol, que sorprendentemente se ha convertido en la opción más popular del país a pesar de que el aceite de oliva es uno de los pilares de la dieta mediterránea.
En el primer semestre de este año, los españoles compraron 179 millones de litros de aceite de girasol, frente a 107 litros de aceite de oliva, según informó la asociación de envasadores de aceitunas del país, Anierac.
El año pasado, el aceite de oliva siguió siendo el condimento dominante, representando el 62% de las ventas en volumen, mientras que el aceite de girasol representó menos del 34%.