El estado ha abandonado sus planes de comprar parte de TenneT, que opera la red eléctrica más grande de Alemania. El cambio de postura ha asustado a las empresas energéticas EnBW y RWE.
Las grandes empresas energéticas alemanas EnBW y RWE han pospuesto las iniciativas para vender participaciones en algunas de las redes de transmisión del país, según fuentes de Bloomberg.
Esto ocurre después de que el gobierno descartara los planes de comprar una participación en TenneT, que opera la red eléctrica más grande del país.
Dada esta brecha de inversión, las ventas de EnBW y RWE se han visto sumidas en la incertidumbre, ya que la demanda de sus acciones en las redes de transmisión podría debilitarse.
Las empresas energéticas consideran los próximos pasos
Es posible que las empresas energéticas estén retrasando las transacciones debido al temor de que sus participaciones puedan estar infravaloradas.
Bloomberg señaló que EnBW y RWE están esperando mayor claridad sobre los próximos pasos del gobierno.
EnBW está considerando vender total o parcialmente su participación restante en el operador de red TransnetBW, según fuentes.
Mientras tanto, el director financiero de RWE dijo en una reciente conferencia telefónica sobre resultados que RWE está explorando “varias opciones” para su participación del 25,1% en el operador de red Amprion GmbH.
Fracaso de la venta de TenneT Alemania
La coalición del canciller alemán Olaf Scholz descartó en junio los planes de comprar la filial alemana de TenneT, una empresa estatal holandesa.
Los funcionarios esperaban que el acuerdo marcara un paso importante hacia los compromisos climáticos del país, aunque finalmente el proyecto se consideró demasiado caro.
Alemania aspira a alcanzar la neutralidad de carbono para 2045 y las propuestas para fusionar sus cuatro redes de alto voltaje podrían ayudarla a lograrlo.
En concreto, la modernización de las antiguas redes eléctricas podría facilitar la incorporación de energía renovable al sistema.
Después de que fracasara el acuerdo original con TenneT, cuyo valor se estimaba entre 20.000 y 25.000 millones de euros, el entonces ministro de Finanzas holandés, Steven van Weyenberg, expresó su consternación por la marcha atrás del gobierno alemán.
“Por supuesto que estoy decepcionado de que las negociaciones, que se iniciaron a petición del gobierno alemán y que ya han durado un año y medio, no hayan conducido a un resultado exitoso”, dijo van Weyenberg.
“TenneT está preparando opciones concretas para una venta privada, una venta parcial o una oferta pública inicial de TenneT Alemania”, añadió Van Weyenburg.
Los funcionarios alemanes ahora están sugiriendo que su gobierno podría adquirir una participación minoritaria en TenneT Alemania.