En la actualidad, uno de cada diez peruanos no cuenta con acceso a servicios básicos de abastecimiento de agua y hasta un 50 por ciento de la población del país carece de servicios de saneamiento seguros, lo que hace que las facturas del agua lleguen a dispararse hasta 160 por ciento por fugas.
En este contexto, un estudio reciente de Aquafondo (Fondo de Agua para Lima y Callao) en colaboración con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) ha revelado que, lejos de mejorar, esta situación vaya a peor en los próximos 40 años.
Como consecuencia del cambio climático, se estima que para esa fecha Perú contará únicamente con 60 por ciento del agua potable del que ahora dispone, lo que incrementará de forma acuciante el riesgo de escasez de agua.
Esta vulnerabilidad –apunta el mencionado informe y así lo recoge la agencia Andina– “se verá exacerbada por una de las distribuciones de infraestructura más desiguales de América Latina y el Caribe”.
“Los recursos hídricos mundiales, y los de nuestra región, enfrentan enormes presiones por aumento poblacional, desarrollo económico, gestión ineficiente y cambio climático, impactando al medio ambiente y al desarrollo de nuestra región”, ha explicado la coordinadora regional Global Water Partnership South America, Alejandra Mujica.
A este respecto, Mujica ha subrayado la relevancia de fomentar “una gestión adecuada del consumo de agua entre las industrias”, especialmente en áreas con estrés hídrico.
Con este propósito, ya se están poniendo en marcha iniciativas como Sello EHR (Empresa Hídricamente Responsable), impulsada por Aquafondo con el propósito de “reconocer, premiar, valorar y comunicar los esfuerzos realizados por las empresas privadas para hacer un uso responsable del recurso hídrico y desarrollar programas de gestión sostenible del agua”.