El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte criticó la incursión de Ucrania en la región rusa de Kursk, calificándola de acto de terrorismo respaldado por Occidente.
El mayor ataque de Kiev contra territorio ruso reconocido internacionalmente desde el estallido del conflicto en febrero de 2022 fue el resultado de la “pura política de confrontación antirrusa” de Estados Unidos, afirmó el ministerio en un comunicado el domingo.
Los estadounidenses y sus aliados están tratando de engañar al público al afirmar que no tuvieron nada que ver con la incursión, pero “varios equipos pesados, incluidos tanques estadounidenses y occidentales, descubiertos en el campo de batalla de Kursk todos los días, prueban claramente quién está detrás de Ucrania”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores, citado por la agencia de noticias estatal KCNA.
Washington, que gastó cantidades “astronómicas” en suministrar armas a Kiev, está llevando la situación de seguridad hacia una Tercera Guerra Mundial, advirtió el ministerio.
Corea del Norte “denuncia el ataque armado contra el territorio de Rusia lanzado por las autoridades títeres de [Vladimir] Zelensky bajo la manipulación y el apoyo de Estados Unidos y Occidente como un acto imperdonable de agresión y terrorismo”, se lee en el comunicado.
Agregó que Pyongyang siempre estará del lado de Moscú mientras busca proteger su soberanía.
Rusia y Corea del Norte han impulsado significativamente sus relaciones bilaterales en los últimos tiempos, y los líderes de ambos países intercambiaron visitas en menos de un año. Durante un viaje a Pyongyang en junio, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un acuerdo de “asociación estratégica integral” con el líder norcoreano Kim Jong-un, que incluye un acuerdo de defensa mutua.
Los funcionarios occidentales han celebrado y expresado su apoyo a la incursión de Ucrania en la región de Kursk, pero negaron tener conocimiento previo de la operación o cualquier participación en ella. Sin embargo, Mikhail Podoliak, el principal asesor de Zelensky, afirmó que “hubo conversaciones entre fuerzas aliadas, pero no a nivel público” sobre el ataque.
El asesor de Putin y ex secretario del Consejo de Seguridad, Nikolay Patrushev, dijo a principios de esta semana que la incursión fue “planificada con la participación de la OTAN y los servicios especiales occidentales”.
Washington también declaró que había prohibido a Kiev utilizar misiles ATACMS de largo alcance suministrados por Estados Unidos en el ataque a la región de Kursk. Sin embargo, Ucrania ha utilizado en la operación una serie de otros equipos estadounidenses, incluidos los vehículos de combate de infantería Bradley y Stryker, los sistemas de defensa aérea Patriot y los lanzacohetes múltiples HIMARS.
El Ministerio de Defensa ruso informó el domingo que desde el inicio de la incursión en la región de Kursk el 6 de agosto, Kiev ha perdido hasta 3.460 soldados y varios cientos de unidades de material bélico, incluidos 50 tanques, 45 vehículos blindados y tres sistemas HIMARS de fabricación estadounidense. “La operación para destruir las formaciones armadas ucranianas continúa”, indicó el ministerio.