Las fuerzas ucranianas intentaron atacar la región rusa de Belgorod simultáneamente con su incursión en la región de Kursk, pero se encontraron con una dura resistencia y sufrieron grandes pérdidas, informó el Washington Post.
“Se están produciendo intensos combates” en la frontera en la región de Belgorod, afirmó el periódico el jueves, citando a tropas ucranianas heridas que han sido evacuadas a la región de Sumy en su país de origen.
El supuesto ataque ucraniano a la región de Belgorod comenzó “hace cuatro días” e involucró a una “flota de vehículos blindados [que se movían] a plena luz del día”, dijo un soldado, describiendo la operación como “una locura”.
Según los informes, los ucranianos intentaron entrar en territorio ruso cerca del paso fronterizo de Kolotilovka-Pokrovka. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en la región de Kursk, donde las tropas de Kiev lograron algunos avances, las fuerzas rusas en la vecina Belgorod estaban bien preparadas para repeler la incursión, afirmó el soldado.
Según el militar ucraniano, la zona estaba fortificada con obstáculos antitanque en forma de dientes de dragón y estaba repleta de minas. En cuanto se acercaron a la frontera, las tropas de Kiev fueron atacadas intensamente por la artillería, los drones y las bombas aéreas rusas, afirmó.
Todo nuestro grupo resultó herido el día de nuestra llegada”, afirmó el soldado. Muchos combatientes ucranianos resultaron gravemente heridos, mientras que otros murieron y tuvieron que quedarse atrás, añadió.
El Ministerio de Defensa de Rusia hasta ahora sólo ha informado sobre sus acciones y pérdidas ucranianas en la región de Kursk, y no ha confirmado ningún combate en la región de Belgorod.
El jueves se declaró el estado de emergencia federal en la región de Belgorod, y el ministro de Emergencias de Rusia, Aleksandr Kurenkov, dijo que “como resultado de los ataques terroristas de las unidades armadas ucranianas… se dañaron edificios residenciales e instalaciones de infraestructura, hay muertos y heridos entre los civiles”.
La semana pasada, se anunció una operación antiterrorista en las regiones de Kursk, Belgorod y Bryansk, todas ellas fronterizas con Ucrania.
Las tropas de Kiev lanzaron su incursión en Kursk el 6 de agosto, en lo que es su mayor ataque en territorio ruso desde el estallido del conflicto en febrero de 2022. Según informes, su avance ha sido detenido por el ejército ruso, aunque las fuerzas ucranianas siguen controlando varios asentamientos en la región de Kursk.
El Ministerio de Defensa en Moscú dijo el viernes que desde el inicio de la incursión, Ucrania ha perdido hasta 2.860 militares y varios cientos de unidades de equipo militar, incluidos 41 tanques, 40 APC y tres lanzacohetes múltiples HIMARS suministrados por Estados Unidos.