El paquete de armas incluye docenas de aviones de combate, así como municiones de mortero y tanque.
El gobierno de Estados Unidos ha aprobado más de 20.000 millones de dólares en nuevas ventas de armas a Israel, a pesar de la presión sobre la administración del presidente Joe Biden para que ponga fin al derramamiento de sangre en Gaza.
En una serie de notificaciones al Congreso el martes, el Departamento de Estado dijo que Washington está “comprometido con la seguridad de Israel, y es vital para los intereses nacionales de Estados Unidos ayudar a Israel a desarrollar y mantener una capacidad de autodefensa fuerte y preparada”.
La parte principal del paquete, valorado en unos 18.800 millones de dólares, consiste en 50 nuevos aviones de combate F-15IA y la modernización de 25 de los aviones que ya están en servicio. Israel también tiene intención de comprar misiles aire-aire de alcance medio (AMRAAM) para los aviones, casi 33.000 cartuchos de 120 mm para tanques, hasta 50.000 morteros de alto poder explosivo y nuevos vehículos militares de carga.
El Departamento de Estado dijo que la venta propuesta “no alterará el equilibrio militar básico en la región” y no tendrá “ningún impacto adverso en la preparación para la defensa de Estados Unidos”.
La mayoría de las ventas de armas propuestas son acuerdos a largo plazo, pero el anuncio se produce en medio de temores de que la guerra en Gaza pueda extenderse a un conflicto más amplio en Oriente Medio. Después del asesinato en Irán del líder de Hamás Ismail Haniyeh -que era el principal negociador del grupo militante en las conversaciones indirectas de alto el fuego en Gaza con Israel- y del máximo comandante militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut, a fines de julio, tanto Teherán como Hezbolá han amenazado con represalias contra el Estado judío.
Los asesinatos han suscitado temores de una guerra en toda regla entre Irán e Israel. El lunes, los líderes de Francia, Alemania y el Reino Unido pidieron conjuntamente a Irán y sus aliados “abstenerse de ataques que puedan intensificar aún más las tensiones regionales”.
Las hostilidades estallaron después de que Hamás lanzara una incursión sorpresa en el sur de Israel en octubre pasado, que se saldó con la muerte de unas 1.100 personas y la toma de 200 rehenes. La respuesta israelí se ha cobrado al menos 39.800 vidas, según funcionarios sanitarios palestinos.
Según se informa, el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu ha sentido una creciente presión por parte de la administración Biden para poner fin a la guerra en medio de la creciente preocupación internacional por los métodos de guerra de Israel.
Si
bien las armas recién aprobadas tardarían años en llegar a Israel, según Axios, el anuncio puede ayudar a desviar las críticas preelectorales de los republicanos de que la administración Biden-Harris no brinda suficiente apoyo a Israel.