A primera hora del martes, el ejército israelí mató a un palestino durante enfrentamientos en el centro de Cisjordania ocupada después de demoler dos apartamentos residenciales pertenecientes a detenidos palestinos recluidos en cárceles israelíes.
La agencia oficial de noticias palestina Wafa, citando fuentes de seguridad, informó que el ejército israelí allanó el apartamento del detenido Aysar Barghouti en el barrio de Al-Tira de Ramallah y el apartamento de Khaled al-Kharouf en la ciudad de Al-Bireh, demoliendo posteriormente ambas residencias.
Las redadas provocaron enfrentamientos entre palestinos y el ejército israelí en ambas ciudades, que resultaron en la muerte de un hombre palestino, identificado como Moataz Sarsour, y otras tres personas heridas.
Barghouti y al-Kharouf fueron detenidos por las fuerzas israelíes el 8 de enero, acusados de abrir fuego contra colonos israelíes en julio del año anterior.
Las autoridades israelíes mantienen una política de demolición de las casas de los palestinos acusados de atacar a soldados y colonos israelíes, una práctica ampliamente condenada como una forma de castigo colectivo prohibida por el derecho internacional, ya que a menudo desplaza a familias enteras.
En los últimos años, el ejército israelí ha llevado a cabo incursiones periódicas en Cisjordania, una campaña que se ha intensificado desde el estallido de la guerra de Gaza el 7 de octubre de 2023. Los palestinos también se han enfrentado a una mayor violencia por parte de los colonos israelíes ilegales.
Desde que comenzó el conflicto, al menos 624 palestinos han muerto y casi 5.400 más han resultado heridos por el fuego del ejército israelí en los territorios ocupados, según el Ministerio de Salud palestino.
En una opinión histórica emitida el 19 de julio, la Corte Internacional de Justicia declaró “ilegal” la ocupación de tierras palestinas por parte de Israel durante décadas y pidió la evacuación de todos los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental.