La decisión deja muy mal parado al presidente Boric con respecto a al conflicto israelí-palestino, esto debido a que no le quedará otra alternativa que enlazar vínculos con Tel Aviv.
La participación de Chile en los juegos de guerra (Rim of the Pacific “RIMPAC 2024”) coloca sobre la mesa las claras intenciones del Gobierno de Gabriel Boric con respecto a la política de occidente, Israel y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Esta participación implica además un riesgo para la estabilidad con China, nación que posee varios contratos inversionistas en Chile, pues no es un secreto que la estrategia de occidente persigue un control de la región latinoamericana y del indo-pacífico para así competir contra el gigante asiático.
De igual manera, deja muy mal parado al presidente Boric con respecto al conflicto israelí-palestino, esto debido a que no le quedará otra alternativa que enlazar vínculos con Tel Aviv, tras aceptar la invitación a estos juegos por parte de Washington.
Pero también deja clara la doble moral del gobierno de Boric, que ha marcado distancia con su par de Israel a raíz de la brutal agresión que este país comete en la Franja de Gaza. Chile quedará hermanado con Israel en estos ejercicios a los que fueron invitados por sus protectores estadounidenses.
Juegos de la Guerra vs. amistad con China
Los llamados juegos de guerra Rim of the Pacific (RIMPAC 2024) son un ejercicio militar organizado por el Comando Indo-Pacífico de la Armada de Estados Unidos (Tercera Flota) que se desarrolló en esta ocasión del 27 de junio al 2 de agosto y donde participaron 29 países entre los que figuran miembros de la OTAN, EE.UU y como invitado especial Israel.
Consisten en una práctica naval que busca solidificar lazos entre las armadas de varios países de la región y mantener la hegemonía de Washington, para de alguna manera posicionarse dentro del panorama de lucha por los recursos naturales y el control de las vías marítimas.
A ello se le añade el notable acercamiento del Comando sur en Chile; vale recordar que la jefa del Comando Sur, Laura Richardson se reunión con el Gobierno de Santiago el pasado 11 de junio bajo el precepto de un intercambio “en materia de defensa”.
Ello ubica a la nación suramericana en una posición de doble moral con respecto a China, nación asiática que en 2005 figuró como “el primer país con quien China firmó un tratado de libre comercio (TLC)”.
Además, el gigante asiático es una de las economías que contiene uno de los socios más importantes para el país austral.
De igual forma, China se ubicó como el socio comercial más importante de Chile en 2022 y 2023 a lo que se le suman los informes del Banco Central de Chile, que informó sobre las cifras correspondientes a la exportación chilena hacia Pekín que alcanzan los 37 mil 449 millones de dólares.