El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, repitió su advertencia de larga data sobre los niveles de deuda de Estados Unidos que son “insostenibles” en un foro europeo sobre banca central el mes pasado. En febrero, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, advirtió que la estrategia de la Reserva Federal de “imprimir dinero de la nada” equivale a “una burbuja que inevitablemente estallará”.
Las tenencias de activos denominados en dólares por parte de los bancos centrales han llegado a un mínimo histórico, impulsado por los intentos de Washington de excluir a Rusia, rica en recursos, del sistema financiero global basado en el dólar, lo que ha llevado a los países en desarrollo a buscar refugio en el oro como un activo cuyo valor y convertibilidad no están ligados a los caprichos de ninguna nación y, por lo tanto, no pueden ser utilizados como armas tan fácilmente.
Las estimaciones del FMI de la primavera citadas por el periódico financiero japonés Nikkei en un informe reciente muestran que las reservas extranjeras denominadas en dólares y bonos del Tesoro estadounidense han llegado al 58,9 por ciento en 2024, frente al 70 por ciento de hace dos décadas.
Las reservas denominadas en yuanes chinos también han disminuido, desde alrededor del tres por ciento del total de reservas extranjeras a principios de 2022 a aproximadamente el 2 por ciento en la actualidad, con Ucrania, Noruega, Brasil, Suiza e Israel a la cabeza en la reducción de sus tenencias de yuanes.
Nikkei cita los conflictos en curso en Ucrania y Oriente Medio, que no muestran señales de detenerse pronto, y el “riesgo geopolítico” de un segundo mandato de Trump como presidente y una posible escalada de las tensiones entre Estados Unidos y China como factores que probablemente impulsarán a los bancos centrales a seguir deshaciéndose de dólares y otras monedas fiduciarias y acumulando en su lugar sus tenencias de oro.
“Ni siquiera esos impuestos altos, más altos que en muchos lugares del mundo… están realmente financiando al gobierno [de Estados Unidos]”, dijo el presidente salvadoreño Nayib Bukele en un foro en Washington en febrero.
“Entonces, ¿quién financia al gobierno? El gobierno se financia con bonos del Tesoro, papel. ¿Y quién compra los bonos del Tesoro? Sobre todo la Reserva Federal. ¿Y cómo los compra la Reserva Federal? Imprimiendo dinero. Pero, ¿qué respaldo tiene la Reserva Federal para que se imprima ese dinero?
Los propios bonos del Tesoro. Así que, básicamente, se financia al gobierno imprimiendo dinero de la nada. Papel respaldado con papel. Una burbuja que inevitablemente estallará. La situación es aún peor de lo que parece porque si la mayoría de los estadounidenses y el resto del mundo se dieran cuenta de esta farsa, se perdería la confianza en su moneda”, advirtió Bukele.