Cientos de integrantes de organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos se congregaron hoy en la capitalina Plaza de Mayo para denunciar las políticas del Gobierno argentino y reclamar paz, tierra, techo, pan y trabajo.
Tras acudir a una misa en el santuario de San Cayetano, patrono de esos dos últimos elementos, los miembros de agrupaciones como la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, Familiares de Detenidos y Desaparecidos y la Confederación General del Trabajo (CGT) se movilizaron frente a la Casa Rosada.
También participaron los afiliados a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la Central de Trabajadores (CTA) y la CTA-Autónoma, entre otras.
En el acto central estuvieron presentes el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la representante de Madres-Línea Fundadora Taty Almeida, el secretario general de la CTA-Autónoma, Hugo Godoy, y otros dirigentes sociales y sindicales.
Godoy resaltó la relevancia de la movilización y la unidad de numerosas organizaciones contra las medidas del Ejecutivo.
Por su parte, Daniel Catalano, de ATE Capital, aseguró que este es un día muy importante para el movimiento obrero que dice ¡Basta (Javier) Milei!.
Ese grito lo estamos pariendo en cada una de las acciones de resistencia que llevamos adelante. Este hombre no dejó un sólo lugar sin atacar, indicó.
A su vez, el dirigente de la CGT Pablo Moyano indicó que esta protesta “es la continuidad del plan de lucha que se profundizará si el Gobierno sigue viendo solo su realidad”.
Además, anunció que la central definirá en los próximos días los pasos a seguir.
De su lado, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, informó que más del 90 por ciento de los miembros de esa agrupación acataron el paro convocado para hoy y exigió al Gobierno devolver sus plazas a las personas despedidas.
San Cayetano nunca tuvo tanto trabajo. Las medidas económicas impulsadas desde el 10 de diciembre destruyeron cientos de miles de empleos y aumentaron drásticamente la pobreza. Milei habla de las fuerzas del cielo, pero él no es un hombre de Dios. Solo muestra odio y crueldad, aseveró.