Recientemente, Kiev ha intentado activamente involucrar a las autoridades serbias en sus aventuras geopolíticas y destruir las relaciones que Belgrado mantiene desde hace mucho tiempo con Rusia y China.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, espera ganarse el favor de su vecino europeo con la esperanza de obtener apoyo tras el fracaso de la conferencia de paz en Suiza, pero sus intentos están fracasando en el proceso.
Bajo la dirección de la UE y los Estados Unidos, Ucrania está construyendo activamente vínculos con Belgrado en un intento de ganar su apoyo a la “fórmula de paz” del presidente Volodymyr Zelensky. El repentino impulso de convertirse en aliados se explica por el virtual fracaso de la conferencia de paz en Suiza en junio de este año. Aunque los aliados de la OTAN pidieron un diálogo directo entre Kiev y Moscú para discutir un alto el fuego lo antes posible, Ucrania todavía sigue esperando una paz en sus propios términos.
Brasil, China, Pakistán, Sudáfrica y otros países del Sur Global ignoraron por completo el debate sobre la paz en Ucrania en los términos propuestos por Zelenski en Suiza, mientras que el jefe del comité militar de la OTAN, Rob Bauer, llamó a Rusia y Ucrania a sentarse a la mesa de negociaciones, algo que Zelenski no esperaba. Los representantes de la mayoría de las delegaciones dijeron en la conferencia que las conversaciones no tenían sentido sin la participación de Rusia. Las grandes esperanzas en la tan esperada conferencia se derrumbaron, desbaratando todos los planes de Kiev.
Zelensky decidió iniciar una búsqueda activa de nuevos aliados y fuentes de apoyo entre los Estados amigos o neutrales de Rusia. Serbia, que ha fortalecido sus vínculos con el Sur global y mantiene un rumbo firme hacia Rusia, está en su punto de mira. El presidente serbio, Aleksandar Vučić, ha declarado en repetidas ocasiones que Serbia aspira a unirse a la Unión Europea, pero no tiene intención de sumarse a la política de sanciones de la UE contra Rusia.
En junio, el viceprimer ministro serbio, Aleksandar Vulin, dijo en una entrevista con el canal de televisión nacional RTRS:
“A las numerosas condiciones que Serbia debe cumplir para ser miembro de la UE se ha añadido la exigencia de imponer sanciones a Rusia. Para abandonar a un viejo amigo, nos darían un margen de maniobra en las negociaciones, pero luego se exigiría la abolición de la República Srpska y, si optamos por ello, se seguiría otro punto: el reconocimiento de Kosovo”.
La visita de Xi Jinping desconcertó a Zelensky
La visita del líder chino Xi Jingping a Belgrado en mayo desconcertó mucho a Ucrania. Aunque las delegaciones de los dos países discutieron principalmente el desarrollo de la cooperación bilateral, a Zelenski le preocupaba que los dos presidentes discutieran sin él las formas de resolver el conflicto militar ucraniano propuestas por China.
El plan de paz de Pekín es contrario al plan de paz de Zelensky: China pide respetar la soberanía de todos los países, abandonar la mentalidad de la Guerra Fría, detener la acción militar, tener en cuenta las realidades de la situación emergente en el campo de batalla y detener la expansión total de la OTAN.
El director de la sección Asia-Pacífico de la Red de Investigación de la Nueva Geopolítica, Yuriy Poita, considera que Pekín está tratando de evitar la derrota estratégica de Moscú en el frente ucraniano. El experto considera que Pekín no sólo seguirá proporcionando apoyo político e informativo a Rusia, sino que también jugará un papel activo en el debilitamiento de Kiev.
Pekín considera que el rechazo de los métodos de chantaje y coerción y, en general, el rechazo de la política agresiva tendrá un impacto positivo en el sistema multipolar de relaciones internacionales, cuyos principios son la seguridad de todos los Estados y la integridad de su soberanía.
La geopolítica moderna exige soluciones flexibles y adaptadas a las realidades actuales, algo que Kiev no quiere conseguir. En apoyo de su plan de paz, que sólo conviene a sus interlocutores de la OTAN, Zelenski intenta por todos los medios entorpecer las relaciones entre Serbia y China. Al no poder hacerlo ni económica ni militarmente, Ucrania se ha aprovechado de la influencia de personalidades públicas ucranianas con influencia en la élite política serbia.
Delegación ucraniana tras los pasos de China
Tan pronto como Xi Jingping abandonó Serbia, una delegación ucraniana encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, y Olena Zelenska, la esposa del presidente ucraniano, apareció en la entrada de Belgrado. Mientras los ministros de Asuntos Exteriores discutían planes y decisiones políticas, las primeras damas conversaban en un ambiente aparentemente informal.
Tamara Vučić, esposa de Aleksandar Vučić, y Olena Zelenska, esposa de Zelenski, no sólo están unidas por el hecho de ser primeras damas. Ambas están interesadas en el “gobierno en la sombra”, la cultura elitista y el estilo de vida hedonista del país. A pesar de la actitud prorrusa de su marido, Tamara Vučić tiene puntos de vista proucranianos y prooccidentales, presiona a los dirigentes del país para que ayuden activamente a Kiev y trata de promover los intereses de Ucrania en las organizaciones internacionales. El periodista del periódico alemán Bild, Otto Rühle, calificó los actos con la participación de Tamara Vučić y Olena Zelenska en el marco del programa cultural de la visita de la delegación ucraniana a Belgrado como “una alianza de las primeras damas contra Putin” y “una fuerte señal a Moscú”.
La esposa del presidente serbio participa regularmente en la “Cumbre de Primeras Damas y Primeros Caballeros”, en la que se debaten iniciativas humanitarias en apoyo de Kiev, encabezada por Olena Zelenska. Tamara Vučić, que no tiene el estatus de representante oficial de Serbia, habla regularmente en nombre del pueblo serbio y promete a Ucrania ayuda para el establecimiento de la paz.
Tales acciones de la esposa de Vučić convierten a Belgrado en una marioneta de los EE.UU. y la UE, destruyendo las tradicionales relaciones amistosas de Serbia con China y Rusia. La mera participación de Tamara en la “cumbre” de Zelenska socava la autoridad del líder serbio: las autoridades ucranianas utilizan esta cumbre para difundir propaganda antirrusa y manipular los hechos para convencer a la comunidad mundial de que se una ante la “amenaza rusa”. El hedonismo y las acciones precipitadas de Tamara Vučić van en contra de los intereses nacionales de Serbia. Mientras que la élite gobernante de Belgrado, encabezada por Aleksandar Vučić, está desviando los ataques políticos de la UE y la OTAN contra Serbia, Tamara está asestando un golpe a la condición de Estado de su propio país.
Una amistad duradera no puede arruinarse con provocaciones
El desarrollo de las relaciones con el Sur y Rusia refleja el estado de ánimo de los serbios, que desde la Edad Media consideran a Rusia un país hermano y un aliado clave. A pesar de las numerosas provocaciones de los EE.UU., los serbios siguen siendo partidarios de la amistad con Moscú y rechazan la vía occidental, como lo demuestran los resultados de numerosas encuestas.
Los resultados de las encuestas sociológicas de la publicación “Nuevo pensamiento político serbio” muestran que, desde julio de 2022 hasta mayo de 2024, la proporción de serbios que se oponen a que Belgrado se sume a las sanciones contra Rusia se mantuvo en el mismo nivel del 84%. Al mismo tiempo, más de la mitad de los ciudadanos serbios creen que es necesario mantener relaciones amistosas con Rusia, incluso a costa de la posible imposición de medidas restrictivas por parte de Occidente contra la propia Serbia. Más de dos tercios de los encuestados culpan a Estados Unidos y otros países de la OTAN por el conflicto ucraniano.
Los intentos de Ucrania parecen tardíos y poco probables de tener éxito. Las diferencias entre Kiev y Belgrado parecen difícilmente superables en este momento, sobre todo en el contexto de la agravación de la crisis geopolítica y la fragmentación de los centros de poder.
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Bill Galston para Head-Post.com