El incremento de las ideologías extremistas en Australia fue el principal argumento esgrimido hoy por las autoridades para elevar el nivel de amenaza terrorista en el país de posible a probable.
El jefe de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia, Mike Burgess, reconoció ante medios de prensa que el entorno de seguridad nacional se está deteriorando y en la actualidad resulta más volátil e impredecible.
Aunque dijo que no hay indicios de un ataque inminente, Burgess comentó con preocupación la posibilidad de un aumento en la amenaza de violencia en los próximos 12 meses, cuando más australianos se están radicalizando y el país enfrenta repuntes en la polarización política.
La violencia con motivación política se suma al espionaje y la interferencia extranjera como nuestra principal preocupación de seguridad, detalló.
Se trata de la primera vez que el nivel de amenaza se eleva en Australia desde 2014, durante el auge de las amenazas del grupo terrorista Estado Islámico.
A propósito de la situación, el primer ministro australiano, Antonio Albanese, recordó la importancia de poder expresar las opiniones y participar respetuosamente en desacuerdos y debates respetuosos, así como resolver las quejas de manera pacífica.
De igual manera, comentó que la radicalización en línea y las crecientes tensiones por la guerra en Gaza preocupan en estos momentos a los gobiernos de todo el mundo.