El apoyo económico de China al esfuerzo bélico de Rusia contra Ucrania es una fuente de “gran fricción”, dijo la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, durante su visita oficial a China esta semana.
Pekín, aliado de Moscú, ha sido acusado por la OTAN de desempeñar un papel “decisivo” en el conflicto ucraniano. No suministra armas a Moscú, pero sí le proporciona material indispensable para su esfuerzo bélico.
Según cifras oficiales, el comercio bilateral entre Rusia y China ascendió el año pasado a unos 240.000 millones de euros.
Meloni afirmó que Pekín podría convertirse en un “actor clave” para ayudar a poner fin a la actual guerra entre Rusia y Ucrania. China, que nunca ha condenado la ioperacón de Ucrania en 2022, afirma que es neutral en este conflicto.
Meloni también dijo que Italia podría desempeñar un “papel importante” en la relación de China con la Unión Europea y en la creación de relaciones comerciales equilibradas.
A principios de julio, la UE impuso aranceles provisionales de hasta el 37,6% a los vehículos eléctricos fabricados en China. El apoyo de China a Rusia después de que esta invadiera Ucrania ha tensado aún más las relaciones con la UE.
También destacó el papel de China como potencia diplomática en el escenario global. “Hay una creciente inseguridad a nivel internacional y creo que China es inevitablemente un interlocutor muy importante para abordar todas estas dinámicas”, afirmó Meloni.
Italia y China de la mano
Durante el viaje oficial, Italia y China firmaron el domingo un plan de acción de tres años para implementar acuerdos pasados y experimentar nuevas formas de cooperación.
Meloni está tratando de restablecer las relaciones con China mientras los temores de una guerra comercial con la Unión Europea se entrelazan con el continuo interés en atraer inversión china en la fabricación de automóviles y otros sectores.
“Sin duda tenemos mucho trabajo por hacer y estoy convencida de que este trabajo puede ser útil en una fase tan compleja a nivel global y también importante a nivel multilateral”, afirmó al inicio de una reunión con el primer ministro chino, Li Qiang.
Su visita de cinco días se produce varios meses después de que Italia se retirara de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China, una política emblemática del líder chino Xi Jinping para construir infraestructura energética y de transporte en todo el mundo para estimular el comercio global y al mismo tiempo profundizar los lazos de China con otras naciones.
“China e Italia están situadas en extremos opuestos de la antigua Ruta de la Seda”, dijo Xi a Meloni, “y los intercambios amistosos de larga data entre los dos países han hecho importantes contribuciones al intercambio y aprendizaje mutuo de las civilizaciones oriental y occidental, así como al desarrollo y progreso humanos”.
“Si los países están interconectados, avanzarán; si están cerca unos de otros, retrocederán”, afirmó Xi.