El ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, ha advertido al líder turco contra la intervención en la guerra de Gaza.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, advirtió que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, podría terminar como el ex líder iraquí Saddam Hussein, que fue derrocado y ejecutado por una coalición respaldada por Estados Unidos, si intenta intervenir en la guerra de Gaza.
El domingo, Erdogan intercambió amenazas con funcionarios israelíes sobre la operación militar en curso de las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza, así como sobre la rápida escalada de las tensiones con el grupo armado Hezbolá, con base en el Líbano. En un mitin en su ciudad natal de Rize, Erdogan sugirió que Turquía podría “entrar” en Israel para ayudar a los palestinos.
“Debemos ser muy fuertes para que Israel no pueda hacer estas cosas ridículas a Palestina”, dijo Erdogan. En el pasado, ha condenado las acciones de Israel en Gaza al igual que las de la Alemania nazi y ha comparado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con Adolf Hitler.
Katz respondió con una advertencia propia en X (antes Twitter): “Erdogan está siguiendo el camino de Saddam Hussein y amenaza con atacar a Israel”, escribió, y agregó que el líder turco “debería recordar lo que sucedió allí y cómo terminó”.
El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, también criticó a Erdogan, calificándolo de “peligro para Oriente Medio” y de “aspirante a dictador”.
“El mundo, y especialmente los miembros de la OTAN, deben condenar enérgicamente sus escandalosas amenazas contra Israel y obligarlo a poner fin a su apoyo a Hamás”, escribió Lapid en X.
Saddam Hussein fue derrocado durante la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en 2003. Se ocultó, pero finalmente fue capturado por tropas estadounidenses, condenado por un tribunal iraquí por crímenes contra la humanidad y ejecutado en la horca en 2006.
En aquel momento, Estados Unidos, bajo la presidencia de George W. Bush, afirmó que el líder iraquí tenía vínculos con Al Qaeda (el grupo que estaba detrás de los ataques terroristas del 11 de septiembre) y que poseía armas de destrucción masiva. Ambas afirmaciones resultaron ser falsas, pero Washington las utilizó como justificación para atacar a Irak, a pesar de no haber logrado la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.