Rusia se considerará libre de una moratoria sobre el despliegue de misiles de mediano y corto alcance si Estados Unidos coloca misiles en Alemania, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, en un discurso a los marineros en el desfile del Día de la Marina en San Petersburgo.
A principios de este mes, Estados Unidos y Alemania anunciaron sus planes de desplegar sistemas de misiles de precisión de largo alcance en Europa. Según un comunicado de prensa conjunto de ambos países con fecha del 10 de julio, Estados Unidos “comenzará a desplegar de forma esporádica las capacidades de fuego de largo alcance de su Fuerza de Tareas Multidominio en Alemania en 2026”.
Putin calificó este anuncio de “digno de mención”, ya que este despliegue pondrá importantes instalaciones estatales y militares, centros administrativos e industriales, así como infraestructuras de defensa rusas al alcance de las armas. Señaló que el tiempo de vuelo de estos misiles hacia objetivos en territorio ruso sería de unos diez minutos y que también podrían estar equipados con ojivas nucleares.
“Esta situación recuerda a los acontecimientos de la Guerra Fría relacionados con el despliegue de misiles estadounidenses de mediano alcance en Europa”, afirmó Putin. Dijo que, si bien Rusia hace tiempo que dejó atrás la Guerra Fría, Estados Unidos “no respondió de la misma manera”. El presidente advirtió que si Estados Unidos sigue adelante con el plan de despliegue de misiles, Rusia responderá en consecuencia.
“Si Estados Unidos implementa tales planes, nos consideraremos libres de la moratoria previamente adoptada sobre el despliegue de armas de ataque de mediano y corto alcance, y tomaremos medidas para aumentar las capacidades de las tropas costeras de nuestra Armada”, afirmó, señalando que el desarrollo de una serie de tales sistemas de misiles está en las etapas finales.
“Tomaremos medidas similares para desplegar [estos sistemas], teniendo en cuenta las acciones de Estados Unidos y sus satélites en Europa y otras regiones del mundo”, prometió Putin.
Putin pronunció su discurso después de saludar a los marineros y tripulaciones de los barcos reunidos para el desfile anual del Día de la Marina, la principal celebración de la Armada rusa. Elogió a la Marina como un “guardián confiable de nuestras fronteras navales” y el orgullo y la gloria del país. Dijo que el poder naval de Rusia se había logrado gracias a los esfuerzos y talentos de sus marineros, y prometió seguir apoyando el fortalecimiento de las capacidades de la Armada a través del entrenamiento y más personal marino, equipando a los buques de guerra con misiles hipersónicos, impulsando la infraestructura costera y la inteligencia y la defensa aérea.