Los ministros de finanzas de las 20 principales economías del mundo no lograron ponerse de acuerdo sobre un impuesto global a los multimillonarios, pero prometieron imponer impuestos progresivos a los súper ricos, informó Politico el viernes.
En una reunión en Río de Janeiro, los ministros dijeron que iniciarían un “diálogo sobre una tributación justa y progresiva, incluida la de las personas con un patrimonio neto ultra alto”, según el texto de un comunicado conjunto visto por Politico.
El comunicado se publicará más tarde el viernes y no incluirá una declaración de apoyo a un impuesto del 2% a los 3.000 multimillonarios más ricos del mundo, como esperaba Brasil, que actualmente ostenta la presidencia rotatoria del G20.
El economista francés Gabriel Zucman, consultor del G20 en cuestiones tributarias, afirma que el impuesto recaudaría alrededor de 250.000 millones de dólares al año a nivel mundial.
“Algunos individuos controlan más recursos que países enteros”, dijo el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en una conferencia de prensa el miércoles. Un impuesto a los multimillonarios podría ayudar a financiar la lucha contra el hambre en el mundo, agregó el ministro de Finanzas brasileño Fernando Haddad, antes de advertir que un régimen fiscal de ese tipo “no se establecerá de la noche a la mañana, porque es un mecanismo muy delicado”.
Durante las conversaciones del jueves, se hizo evidente que algunos gobiernos del G20 no respaldarían tal medida.
“No vemos la necesidad ni creemos que sea deseable tratar de negociar un acuerdo global sobre [un impuesto a los multimillonarios]”, dijo la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, en una conferencia de prensa. “Creemos que todos los países deberían asegurarse de que sus sistemas tributarios sean justos y progresivos”.
Alemania se unió a Estados Unidos en su oposición al impuesto, mientras que Francia, España, Sudáfrica, Colombia y la Unión Africana respaldaron la propuesta brasileña.