La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) permanece hoy en estado de asamblea permanente contra el ajuste del gobierno argentino, tras considerar inaceptables las propuestas del Ejecutivo para el sector público nacional.
El secretario general de esa organización, Rodolfo Aguiar, señaló que son insuficientes los aumentos salariales propuestos por la dirección del país para este mes (3,5 por ciento) y agosto (tres puntos) y aseveró que “un recorte de la magnitud actual en los ingresos de los trabajadores no encuentra precedentes en las últimas décadas”.
Es un ajustazo. Los ofrecimientos ni siquiera llegan a los niveles oficiales de inflación. Está claro que enfrentamos un plan deliberado para destruir los salarios y las condiciones de vida de todos los empleados públicos, añadió.
Criticó la oferta del gobierno de Javier Milei de entregar un bono de 60 mil pesos argentinos (alrededor de 60 dólares) y explicó que esa cantidad no alcanza para pagar ni el servicio de electricidad en los hogares.
Según un informe de la junta interna de ATE en el Instituto Nacional de Estadística y Censos, una familia tipo necesita un millón 362 mil 29 pesos (mil 414 dólares) para no ser pobre, cifra muy superior al ingreso promedio de los empleados estatales.
Además, el sindicato indicó que, desde la llegada a la Casa Rosada del líder de La Libertad Avanza, la pérdida del poder adquisitivo en el sector público superó el 26 por ciento.
“El Gobierno reduce la dotación de personal en el Estado no sólo mediante cesantías ilegales cada tres meses, sino pagando salarios de hambre. En los últimos meses, una gran cantidad de profesionales decidió dejar la administración para prestar servicios en el sector privado e incluso irse del país”, afirmó Aguiar.
Se equivocan si creen que sembrando terror con los despidos dejaremos de defender nuestros salarios. Declaramos el estado de asamblea y tenemos que pensar en llevar adelante medidas de acción directa. Debemos retomar rápidamente nuestro plan de acción gremial, agregó.