Washington está cerca de aumentar sus capacidades ofensivas contraespaciales con nuevos bloqueadores terrestres diseñados para desactivar temporalmente los satélites desplegados por Moscú y Pekín, escribió Bloomberg el viernes, citando fuentes de la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF).
Tras haber probado los nuevos sistemas a principios de este año, Estados Unidos desplegará 11 de los 24 bloqueadores de terminales modulares remotos en los próximos meses, según informó la USSF al periódico. Se espera que todos estén instalados a finales de año. Los bloqueadores no están pensados para proteger a los satélites estadounidenses de las interferencias, sino que pretenden “contrarrestar las capacidades de comunicación satelital del adversario”, afirmó la USSF.
La Fuerza Espacial ha descrito las terminales como “bloqueadores de comunicaciones satelitales pequeños, transportables y de bajo costo”, diseñados “utilizando componentes comerciales disponibles en el mercado”.
Los inhibidores complementarán otros sistemas de guerra electrónica, como el ya desplegado y mucho más grande Counter Communications System y el sistema Meadowlands de tamaño mediano, al ofrecer una “capacidad más proliferada, controlada a distancia y relativamente reubicable”, según la USSF. Señalaron que el sistema Meadowlands ha encontrado problemas de desarrollo, lo que ha retrasado su implementación hasta al menos octubre, dos años más tarde de lo planeado.
Estos sistemas no serán “armas defensivas”, sino que están destinados a “atacar capacidades rivales”, dijo Victoria Samson, directora principal de seguridad y estabilidad espacial de la Fundación Mundo Seguro. Los clasificó como una “capacidad ofensiva contra el espacio”, afirmando que el sistema será “reversible, temporal, no escalable y permitirá una negación plausible en términos de quién es el instigador”.
Bloomberg contrastó la naturaleza aparentemente ofensiva de estos sistemas de interferencia con la postura habitual del Pentágono de posicionar su “tecnología emergente de interferencia de satélites como puramente defensiva”, yuxtapuso esto con las supuestas armas de pulso electromagnético de gran altitud que Estados Unidos ha acusado a Rusia de desarrollar.
El presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró a los periodistas a principios de este mes que Moscú y otros estados miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái se oponen firmemente al uso de armas en el espacio. Moscú se opone firmemente al despliegue de cualquier tipo de armas en el espacio, afirmó.