A los atletas franceses se les ha prohibido llevar el hijab, o pañuelo musulmán, en los Juegos Olímpicos de París.
Francia impuso la prohibición a los jugadores de su selección nacional mientras se prepara para albergar los Juegos del 26 de julio al 11 de agosto y los Juegos Paralímpicos del 28 de agosto al 8 de septiembre.
La ministra francesa de Deportes, Amelie Oudea-Castera, anunció inicialmente la prohibición el 24 de septiembre de 2023.
Unos días después, Oudea-Castera, invitada del programa político francés Dimanche en Politique, confirmó que ninguna mujer de la delegación de su país llevaría pañuelo en la cabeza durante los Juegos Olímpicos de París.
Tras el anuncio de la prohibición, Marta Hurtado, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), dijo en una declaración el 26 de septiembre que la prohibición no era correcta.
“Nadie debe imponerle a una mujer lo que debe o no debe usar”, afirmó Hurtado.
El 24 de mayo de este año, Amnistía Internacional y otras organizaciones unieron sus fuerzas para enviar una carta sobre la prohibición al Comité Olímpico Internacional (COI), la organización responsable de organizar los Juegos Olímpicos. En ella se pedía al COI que hiciera un llamamiento público a las autoridades deportivas de Francia para que levantaran todas las restricciones impuestas a los atletas franceses que llevaban el velo, tanto en los Juegos Olímpicos de París como en todos los acontecimientos deportivos.
Amnistía Internacional afirmó que el COI respondió inadecuadamente a la carta conjunta.
En su respuesta, el COI afirmó que la prohibición del velo en Francia estaba fuera del ámbito de competencia del comité y que “la libertad de religión es interpretada de muchas maneras diferentes por los distintos estados”.
Posteriormente, en un comunicado de prensa del 16 de julio, Amnistía Internacional afirmó que la prohibición del velo demuestra la existencia de una política de “doble rasero discriminatoria” en el país y reiteró que la prohibición de la participación de atletas francesas con velo en los Juegos Olímpicos viola el derecho internacional de los derechos humanos.
También afirmó que la prohibición demuestra la “hipocresía discriminatoria” de las autoridades francesas en vísperas de los Juegos Olímpicos de París y la “debilidad” del COI en su respuesta.