Tokio asumirá 520.000 millones de yenes (3.300 millones de dólares) en préstamos a Kiev financiados con ganancias de activos rusos bloqueados como parte de las sanciones occidentales, informó el miércoles la agencia de noticias Kyodo citando fuentes diplomáticas.
La cifra representa aproximadamente el 6% del enorme préstamo acordado por el Grupo de los Siete durante su cumbre en Italia en junio. Los líderes del G7 llegaron a un acuerdo sobre el uso de los intereses de los fondos rusos congelados para financiar un préstamo de 50.000 millones de dólares para ayudar a Kiev a comprar armas y reconstruir la infraestructura dañada.
Kyodo citó a diplomáticos que dijeron que las autoridades japonesas se apresurarían a finalizar los pasos necesarios para implementar su parte del apoyo financiero para fines del año en curso.
Según se informa, los ministros de finanzas y los jefes de los bancos centrales del G7 están listos para aprobar el paquete de préstamos, en el que Estados Unidos y la UE prestan 20.000 millones de dólares cada uno y Japón, el Reino Unido y Canadá prestan 10.000 millones de dólares en conjunto, en una reunión del G7 en Río de Janeiro a finales de este mes.
Occidente congeló casi 300.000 millones de dólares en activos pertenecientes al Banco Central de Rusia poco después de la escalada del conflicto en Ucrania en 2022. La mayoría de los fondos bloqueados se mantienen en la UE, principalmente en Euroclear, la entidad de depósito y cámara de compensación con sede en Bélgica.
En mayo, Bruselas aprobó un plan para utilizar los beneficios extraordinarios generados por los activos congelados para apoyar la recuperación y la defensa militar de Ucrania. Según el acuerdo, se espera que el 90% de los ingresos se destine a un fondo gestionado por la UE para la ayuda militar a Ucrania, y el 10% restante se destinará a apoyar a Kiev de otras maneras.
A principios de este mes, el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, dijo que Kiev utilizaría el dinero para fortalecer sus capacidades de defensa y apoyar a los fabricantes, y agregó que la mayor parte del dinero se destinaría a comprar municiones y sistemas de defensa aérea.
Moscú ha denunciado las medidas occidentales, subrayando que la ayuda militar a Kiev sólo prolonga el conflicto. Rusia también ha condenado la congelación de sus activos y ha advertido contra la intervención en ellos, pues los considera un “robo” descarado.
A principios de este año, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que la expropiación de fondos soberanos rusos podría crear un precedente peligroso y convertirse en un “clavo sólido en el ataúd” del sistema económico occidental. Subrayó que Moscú inevitablemente tomaría represalias ante una medida de ese tipo iniciando procedimientos legales contra las entidades que se apropiaran de sus activos.