La opinión de los votantes franceses sobre Emmanuel Macron ha caído aún más desde que convocó elecciones anticipadas este mes, y algunos lo critican por narcisista y desconectado.
“El rechazo al presidente de la República nunca ha sido tan grande”, afirma Alain Duhamel, periodista y ensayista político, autor también de un reciente libro sobre el presidente francés.
La decisión de Macron de disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas el 30 de junio y el 7 de julio “simboliza y refuerza este rechazo”, afirmó Duhamel.
El desacuerdo de los votantes con Macron se vio aún más resaltado por el bajo puntaje del partido Renacimiento del presidente en las elecciones europeas.
El partido presidencial obtuvo sólo el 14,6% de los votos, detrás de los partidos de extrema derecha que obtuvieron casi el 40% de los votos, incluido el 31% de la Agrupación Nacional (RN).
Su índice de aprobación no ha hecho más que caer desde entonces, perdiendo entre cinco y siete puntos hasta un total del 26-28%, según la encuesta.
Lo “normal” es impopular para un presidente francés
Es típico que un aumento de popularidad después de una elección presidencial dé lugar al desencanto entre la población.
“Todos los presidentes han sido impopulares, incluso [Charles] De Gaulle”, dijo Duhamel
El predecesor de Emmanuel Macron, François Hollande, vio caer su índice de aprobación por debajo del 20% durante su mandato como presidente.
El canciller alemán, Olaf Scholz, también ha perdido popularidad en su país, con un índice de aprobación de alrededor del 27%, según una encuesta de Ipsos para Euronews realizada en marzo de 2024.
Entre los votantes que lo apoyaron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de mayo de 2022, el apoyo a Macron ha caído 11 puntos.
“Es entre su electorado donde la incomprensión de su decisión de disolver la Asamblea es más fuerte. Fue vista como una traición”, afirmó Duhamel.
Cómo la caída de los centristas de Macron ha cambiado el panorama político de Francia: ‘Odio personal hacia Macron’
El rechazo de Francia a Macron va más allá de su función, de la política o del desgaste de un segundo mandato y tiene una “dimensión personal”, afirmó Duhamel.
Su carácter también irrita a los franceses, pues los candidatos de su partido ya no muestran su rostro en sus carteles de campaña.
La decisión de Macron de disolver el Parlamento es vista como “una reacción de orgullo herido, una lección para la gente que votó mal”, dijo el ensayista.
Esta idea de dar una lección al pueblo continúa cuando Macron dice que es su responsabilidad votar contra los extremos de derecha e izquierda en las elecciones.
Para algunos, refuerza la imagen de un líder autoritario y arrogante que impulsó reformas impopulares en el parlamento.
‘Muy malas noticias’: por qué la tecnología francesa está preocupada por las elecciones anticipadas de Emmanuel Macron
Macron ha sido criticado por evitar la consulta y por estar alejado de las preocupaciones de sus conciudadanos, y algunos citan su pasado como banquero de inversiones.
El presidente ha dicho que quería dejar que el primer ministro Gabriel Attal liderara la campaña legislativa y, sin embargo, el presidente es omnipresente.
Su decisión de convocar elecciones ha sido descrita por muchos como una empresa arriesgada y su presentación de ellas como una elección entre él o el caos genera preocupación entre los votantes franceses y también “animosidad y resentimiento”, según Duhamel.
Líder popular en Europa hasta ahora
Emmanuel Macron, sin embargo, es visto con buenos ojos entre los europeos y ocupa el segundo lugar con un 41%, justo detrás del ucraniano Volodymyr Zelenskyy con un 47%, según una encuesta de Ipsos para Euronews realizada en marzo de 2024 en 18 países de la Unión Europea.
Pero esa popularidad podría disminuir si su decisión debilita a Europa al permitir que un gobierno de extrema derecha tome el poder en París.
La prensa internacional ha calificado su decisión de arriesgada y un peligro para la UE.
Pero tal vez sean los franceses quienes deberían tener la culpa, sostiene un columnista italiano en el diario liberal Il Foglio.
Dice que los franceses odian a Macron porque “eligieron a un reformista aunque odian el cambio”.