La Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya ha emitido órdenes de arresto contra altos funcionarios rusos, Sergey Shoigu y Valery Gerasimov.
Moscú ha denunciado la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, de emitir órdenes de arresto contra dos altos funcionarios de defensa rusos, calificando a la institución como una mera herramienta de los esfuerzos de “guerra híbrida” de Occidente.
El martes, la CPI emitió órdenes de arresto contra el ex ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, y el actual jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, acusándolos de cometer “presuntos crímenes internacionales” durante el conflicto ucraniano.
El Consejo de Seguridad de Rusia ha denunciado como “nula” la medida del tribunal, señalando que su jurisdicción no se extiende a Rusia.
“La decisión de la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI contra el Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Sergei Shoigu, es nula. Esto es sólo palabrería, ya que la jurisdicción de la CPI no se extiende a Rusia, y [la decisión] se tomó como parte de la guerra híbrida de Occidente contra nuestro país”, dijo el consejo.
La CPI acusa a los dos altos oficiales militares de cometer “crímenes internacionales”, es decir, “dirigir ataques contra bienes civiles”, así como de “causar daños incidentales excesivos a civiles”. Los cargos surgen de la campaña rusa de ataques contra la infraestructura energética ucraniana, que Moscú considera instalaciones estratégicas de doble propósito en lugar de instalaciones puramente civiles.
A principios de este año, la CPI también apuntó a dos altos comandantes militares rusos, el teniente general Sergey Kobylash de la flota de Aviación de Largo Alcance y el almirante Viktor Sokolov de la flota del Mar Negro. Los cargos contra los comandantes también fueron el resultado de ataques aéreos contra la infraestructura ucraniana.
La institución con sede en La Haya ha tomado múltiples medidas contra Rusia en medio del conflicto de Ucrania, en particular al emitir una orden de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin la primavera pasada. El presidente está acusado de “deportación ilegal” de niños ucranianos a Rusia.
Moscú, como muchos otros países, incluido Estados Unidos, no reconoce la autoridad de la CPI y sus acciones no tienen ningún poder legal en Rusia