Las autoridades de Argentina han retirado este martes las placas solares que había colocado hace semanas en una base militar de la Patagonia pero que invadían parte del territorio nacional de Chile, un asunto que despertó las críticas del Gobierno chileno y reproches por parte del presidente Gabriel Boric.
Las instalaciones militares tenían el objetivo de controlar el tráfico marítimo en la zona por parte de Argentina, pero varias de las placas solares colocadas para abastecer el Puesto de Vigilancia y Control de Tránsito Marítimo fueron colocadas por error unos tres metros sobre tierras chilenas.
Hasta el lugar se han desplazado más de una decena de militares de la Armada argentina junto a cinco operarios de la empresa propietaria de las placas y también de la que las instaló, según destaca la prensa argentina, que recoge también imágenes del personal en plenas labores de retirada de las polémicas placas.
El presidente Boric cargó en la víspera contra el Gobierno argentino por este asunto y señaló que, aunque Santiago ya había recibido una disculpa por parte de Buenos Aires, “las fronteras no es algo con lo que se pueda tener ambigüedades y que es un principio básico del respeto entre países”.
Así las cosas Boric –que el fin de semana había aprovechado su encuentro con Milei en la cumbre de paz para Ucrania celebrada en Suiza para abordar este asunto– exigió la inmediata retirada de estos paneles solares bajo la amenaza de que si Buenos Aires no procedía, sería la propia Chile quien lo haría.
A finales de abril, la Armada argentina junto a una empresa instaladora colocaron estas placas solares del Puesto de Vigilancia y Control de Tránsito Marítimo en la Patagonia argentina, en el extremo sur del país, si bien algunas de ellas cruzaban por tres metros la frontera chilena. En su carta de disculpa, Argentina aseguró que retirarían las placas “tan pronto las condiciones meteorológicas lo permitan”.