El PMA recalcó que resulta “casi imposible suministrar agua” para satisfacer las demandas del terreno.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) advirtió sobre la posibilidad que en el sur de Gaza se alcance pronto los mismos niveles catastróficos de hambre que se presentaron previamente en la zona norte.
De acuerdo con una reciente nota de prensa del PMA, la situación puede desarrollarse debido al aumento de los combates en el sur y el centro de Gaza.
“El número de víctimas civiles es devastador, y la persistencia de un entorno operativo hostil hace casi imposible que las operaciones humanitarias distribuyan la ayuda alimentaria que se necesita desesperadamente”, declaró el director ejecutivo adjunto del PMA, Carl Skau, luego de finalizar una visita a Gaza por dos días.
«Conduciendo a través de la ciudad de Gaza hasta Jabalia, la destrucción es increíble. En el norte de Gaza, no vi ni un solo edificio intacto y había bombardeos constantes con aviones no tripulados zumbando por encima», subrayó Skau.
Por otro lado, el funcionario dijo que el desarrollo de su trabajo se tornaba cada vez más difícil. “El personal pasa de cinco a ocho horas esperando en los puestos de control todos los días. Los misiles alcanzan nuestras instalaciones, a pesar de haberse comunicado y acordado con los combatientes. La ruptura de la ley y el orden significa que también nos enfrentamos a saqueos y violencia en medio de un gran vacío de seguridad», insistió.
Asimismo, el PMA recalcó que resulta “casi imposible suministrar agua” para satisfacer las demandas del terreno ante la obstaculización de la frontera de Karam Abu Salem/ Kerem Shalom.
El funcionario del PMA informó que «la situación en el sur de Gaza se está deteriorando rápidamente. Un millón de personas han sido expulsadas de Rafah y están atrapadas en una zona muy congestionada a lo largo de la playa bajo el ardiente calor del verano. Condujimos a través de ríos de aguas residuales.
“La ayuda de emergencia sigue siendo fundamental, pero también tenemos que empezar a infundir algo de esperanza -apoyando panaderías y mercados- e ir más allá de cubrir las necesidades alimentarias para la supervivencia, apoyando el saneamiento del agua y las necesidades básicas de atención sanitaria”, enfatizó Skau.