Completar la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales “es crucial” para el Banco Central Europeo (BCE), que no ha dudado en calificar de “decepcionantes” los progresos registrados hasta la fecha en la integración financiera de la zona euro y ha advertido de la urgente necesidad de políticas para movilizar el ahorro y desarrollar los mercados de bonos y acciones en la región.
Según recoge el último informe del BCE sobre ‘Integración y Estructura Financiera en la Zona Euro’, presentado este martes, avanzar en la integración de los mercados financieros de la UE e implementar la agenda de autonomía estratégica abierta a nivel de los Veintisiete “son pasos vitales” para fortalecer y asegurar la resiliencia económica y financiera.
La entidad considera que la necesidad de un mercado interno de servicios financieros de la eurozona mejor integrado “es aún más crucial” ante la creciente necesidad de inversiones para hacer frente a desafíos comunes como las transiciones ecológica y digital, la seguridad y el envejecimiento de la población.
En este sentido, si bien la zona euro ha demostrado resiliencia durante las crisis recientes, el BCE lamenta que “los avances en la integración financiera han sido decepcionantes” y los indicadores de integración han disminuido significativamente en los últimos dos años, sin que registren aumentos importantes desde el inicio de la unión monetaria.
De tal modo, el informe señala que el tamaño de los activos del sector financiero de la zona del euro se ha contraído en términos nominales absolutos desde 2022, a pesar de un aumento del PIB durante el período como consecuencia principalmente de efectos de valoración y al endurecimiento de la política monetaria.
Asimismo, en términos relativos, las ponderaciones respectivas de los bancos y las entidades no bancarias en el sector financiero general de la zona euro se han mantenido prácticamente sin cambios, mientras que el balance del Eurosistema ha disminuido.
De su lado, a pesar de los importantes esfuerzos legislativos realizados durante la última década, las actividades de los mercados financieros transfronterizos y el riesgo compartido “no han aumentado”, y parece que se ha adoptado un enfoque poco sistemático respecto de muchos de los esfuerzos de reforma.
En particular, el BCE apunta que ha habido sólo avances limitados en la integración del mercado bancario desde el inicio de la unión bancaria y reclama “marcos regulatorios más claros” para la gestión de riesgos en todo el grupo para facilitar y respaldar el libre flujo de liquidez y capital a través de las fronteras.
“La integración del mercado interior de servicios financieros de la zona del euro sigue siendo crucial, y más aún ante los crecientes desafíos financieros que plantean las transiciones verde, digital y de defensa”, resume.
‘DESCONGELAR’ EL AHORRO DE LOS HOGARES
En cuanto a las posibles vías de actuación, el BCE considera que se necesitan urgentemente medidas para movilizar los ahorros disponibles, desarrollar los mercados de bonos y acciones de la zona del euro y hacer que estos mercados sean más atractivos para los inversores extranjeros.
Asimismo, para lograr un mercado de servicios financieros totalmente integrado, el BCE considera también necesario facilitar la banca transfronteriza y armonizar los marcos regulatorios y los requisitos de divulgación.
De tal modo, propone centrarse en desarrollar una estrategia para movilizar ahorros y financiación, incluyendo incentivos para poner a disposición capacidades de financiación adicionales a través de tres líneas de acción que tienen el potencial de reforzarse mutuamente: “descongelar” una parte de los depósitos improductivos en poder de los hogares de la eurozona; desarrollar mercados de bonos y acciones para hacerlos más atractivos para emisores e inversores; aumentar el atractivo de los mercados financieros de la zona del euro para los inversores extranjeros.
En el caso de los ahorros de los hogares de la zona euro, el BCE destaca que estos mantienen la parte predominante en forma de depósitos, alcanzando en términos relativo su punto más alto en el otoño de 2022, cuando la inflación de la zona del euro alcanzó su punto máximo.
Asimismo, apunta que los hogares de la zona euro prefieren mantener activos financieros en forma de productos de seguros, acciones no cotizadas y fondos de inversión para complementar sus derechos de pensión.
De su lado, las tenencias de fondos de inversión han venido constituyendo alrededor de una décima parte de los activos financieros de los hogares, mientras que el papel de los títulos de deuda en los activos financieros de los hogares se ha vuelto cada vez menos importante desde el inicio de la UEM.
“Los hogares de la zona del euro podrían asignar sus ahorros de manera más eficiente dentro de la unión bancaria y participar más activamente como inversores minoristas en los mercados de capital”, sostiene el BCE.
A este respecto, el supervisor considera que mejorar la educación financiera y alentar a los hogares de la zona euro a participar más activamente en los mercados de capitales son dos elementos clave para movilizar los depósitos de los particulares.
Otro medio clave para el BCE de fomentar la participación minorista en los mercados de capitales de la UE sería garantizar la disponibilidad de productos de inversión y ahorro adecuados en toda Europa, lo que podría ayudar a promover una cultura de inversión más efectiva y activa.