El primer ministro Li Qiang será el líder chino de mayor rango en visitar Australia en siete años cuando aterrice el sábado, un hito diplomático que puede verse eclipsado por renovadas fricciones sobre inversiones y despliegues militares.
Li viajará a Adelaida, Canberra y Perth en una gira de cuatro días, dijo el gobierno australiano en un comunicado el martes. Será el primer líder chino de alto rango en visitar Australia desde que su predecesor, Li Keqiang, realizó la última gira en marzo de 2017.
Dar la bienvenida al primer ministro chino a nuestras costas es una oportunidad para que Australia avance nuestros intereses demostrando nuestros valores nacionales, las cualidades de nuestro pueblo y las fortalezas de nuestra economía”, dijo el primer ministro Anthony Albanese en un comunicado.
El viaje del segundo funcionario de China después del líder Xi Jinping será bienvenido como la última señal del fortalecimiento de las relaciones diplomáticas entre Beijing y Canberra. Se ha producido una mejora constante desde la elección de un gobierno laborista de centroizquierda en mayo de 2022.
Durante los últimos 12 meses, China ha levantado las restricciones comerciales a las importaciones australianas, incluidas vino, cebada, carne vacuna y madera. Estas se impusieron durante la pandemia de COVID-19 tras los llamamientos del entonces primer ministro Scott Morrison para que se realizara una investigación independiente sobre los orígenes del virus.
Dos fábricas de carne de vacuno australianas todavía enfrentan restricciones a las exportaciones a China, al igual que las langostas.
Sin embargo, el viaje de Li se produce en un momento en el que las perspectivas para el calentamiento diplomático parecen cada vez más sombrías. Beijing ha estado presionando para lograr vínculos aún más estrechos con Canberra, mientras que el gobierno de Albanese solo ha enfatizado la necesidad de “estabilización”.
Un importante punto conflictivo es la inversión de empresas chinas en el crítico sector de minerales de Australia. Beijing ha estado presionando para lograr un mayor acceso a esta industria vital, pero con poco éxito. A principios de este mes, el tesorero Jim Chalmers ordenó a un inversor vinculado a China que se deshiciera de su participación en una minera de tierras raras.
Múltiples enfrentamientos entre los ejércitos de los dos países también han aumentado las tensiones entre Canberra y Beijing. Una reciente encuesta de opinión pública encontró que las actitudes de los australianos hacia el gobierno chino apenas habían mejorado desde el fin de la pandemia.