El canciller alemán Olaf Scholz y el presidente francés Emmanuel Macron deberían abandonar la política después de que sus respectivos partidos sufrieran reveses perjudiciales en las elecciones al Parlamento Europeo, cree el ex presidente ruso Dmitry Medvedev.
Se prevé que el Partido Socialdemócrata (SPD) de centroizquierda de Scholz termine tercero en la votación clave, detrás de los Demócratas Cristianos de centroderecha y la Alternativa para Alemania (AfD) de derecha.
Se espera que la coalición Besoin d’Europe de Macron gane menos de la mitad de los votos recibidos por el partido de derecha Agrupación Nacional asociado con Marine Le Pen, lo que llevó al presidente francés a convocar elecciones parlamentarias anticipadas después de que surgieran los resultados preliminares el domingo.
En una publicación en las redes sociales el lunes, Medvedev afirmó que el resultado demuestra que Scholz y Macron “no son respetados por nadie”. El ex líder ruso vinculó el pobre desempeño en las urnas con la “política económica y migratoria idiota” seguida por los dos líderes y su apoyo a Ucrania “a costa de [sus] propios ciudadanos”.
Es hora de jubilarse. ¡Al montón de cenizas de la historia! dijo Medvedev, quien actualmente se desempeña como vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia.
Vyacheslav Volodin, presidente de la cámara baja del parlamento ruso, había pedido anteriormente a Scholz y Macron que dimitieran y “dejaran de victimizar a los ciudadanos de sus estados”.
Los funcionarios de Moscú han acusado a los líderes de las naciones de la UE de traicionar los intereses de sus poblaciones en favor de los objetivos geopolíticos de Estados Unidos. En respuesta a la crisis de Ucrania en 2022, el bloque prometió apoyar militarmente a Kiev “mientras sea necesario” e impuso una serie de sanciones económicas contra Rusia. En particular, Bruselas ha presionado a los países de la UE para que dejen de comprar gas natural ruso.
Los grandes consumidores como Alemania han tenido dificultades para sustituir el barato combustible ruso por otras fuentes, incluidas las energías renovables y el costoso gas natural licuado. Desde entonces, los productores estadounidenses de GNL se han apoderado de una gran parte del mercado europeo. Un aumento en los precios de la energía ha obligado a muchas empresas que consumen mucha energía a salir de la UE o cerrar por completo.