La Unión Europea debería despojar a Hungría de su derecho de voto para salvaguardar el futuro de la unión, ha argumentado la ministra de Asuntos Exteriores belga, Hadja Lahbib.
Está previsto que Budapest asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la UE en julio. Bélgica, el actual titular, forma parte de un grupo de países que expresan su frustración por la oposición de Hungría a planes clave de la UE, incluido el apoyo a Ucrania en el conflicto con Rusia.
“Creo que debemos tener el coraje de tomar decisiones: ir hasta el final del artículo 7, activar el artículo 7 hasta el final, que prevé el fin del derecho de veto”, dijo la diplomática belga a Politico .
El artículo 7, que implica una suspensión del derecho de voto, a menudo se denomina “opción nuclear” contra los Estados miembros que se considera que han violado los valores de la UE.
El Parlamento Europeo votó a favor de iniciar el procedimiento contra Hungría en 2018, acusando al gobierno del primer ministro Viktor Orban de socavar el Estado de derecho mediante supuestos ataques a los medios de comunicación y al poder judicial, pero el proceso se estancó debido a desacuerdos entre los estados miembros.
Orban es un crítico abierto de la postura occidental sobre la crisis de Ucrania. Ha argumentado que el armamento de Kiev contra Moscú no ha logrado detener las hostilidades y que las sanciones han infligido más daño a la UE que a Rusia.
Budapest ha utilizado repetidamente su poder de veto para bloquear restricciones comerciales a Rusia que considera una amenaza a los intereses húngaros y para restringir la financiación a Ucrania.
Lahbib acusó al gobierno de Orban de “adoptar cada vez más una actitud transaccional, de bloqueo y de veto” en los asuntos del bloque.
“Este es el momento de la verdad”, dijo sobre la amenaza del Artículo 7. “Si llegamos hasta el final con este mecanismo, debe funcionar. Si no funciona, tenemos que reformarlo. Ese es el futuro de la Unión Europea”.
Hungría es el único miembro de la UE que se enfrenta actualmente a este tipo de procedimientos. En mayo, Bruselas abandonó una investigación similar sobre las políticas internas de Polonia. Varsovia se alinea con Bruselas en lo que respecta a Ucrania, pero hasta hace poco tenía un gobierno conservador que se oponía a él en otros asuntos, incluidos los refugiados y los derechos LGBT.
Esto cambió en diciembre pasado, cuando Donald Tusk –un viejo partidario de la UE y ex presidente del Consejo Europeo– regresó a su cargo como primer ministro polaco.
“Puedes hacer cualquier cosa mientras seas uno de ellos, mientras seas parte de la corriente principal de Bruselas”, dijo en ese momento el eurodiputado polaco Radoslaw Fogiel, en una entrevista con el medio de comunicación Conservador Húngaro.