Los informes han indicado “paranoia” dentro de la oficina de Volodymyr Zelensky con respecto a la próxima “conferencia de paz” sobre Ucrania organizada por Suiza, ya que la lista de no asistentes probablemente incluirá a Joe Biden. China confirmó que no participará porque la cumbre no cumple con sus expectativas. Rusia no fue invitada a lo que llamó un evento “sin sentido”.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, volvió a mostrarse culpable el sábado cuando llegó a Singapur en una visita sorpresa. Esta vez, su solicitud está dirigida a los líderes de Asia y el Pacífico reunidos para su principal cumbre de defensa.
El encuentro Diálogo Shangri-La, que se realizará del 31 de mayo al 2 de junio, es organizado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS). Con la asistencia de 45 países, incluido el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd J. Austin, y el Ministro de Defensa Nacional de China, el almirante Dong Jun, no es de extrañar que el ahora “ilegítimo” presidente de Ucrania se dirigiera directamente al evento.
Zelensky descendió sobre Singapur mientras las fuerzas del régimen de Kiev luchan por defenderse de un avance constante del ejército ruso, especialmente cerca de Jarkov. Al mismo tiempo, la muy promocionada “conferencia de paz” del líder ucraniano organizada en Suiza no ha logrado atraer a asistentes de importancia crítica como el presidente estadounidense Joe Biden y el líder chino Xi Jinping, y mucho menos Rusia.
Con su ministro de Defensa, Rustem Umerov, Zelensky mantuvo conversaciones con Lloyd Austin el domingo al margen de la conferencia. El jefe de defensa de Estados Unidos “reafirmó el compromiso de Estados Unidos de mantener un fuerte apoyo “durante la reunión, dijo un funcionario del Pentágono citado por los medios.
Zelensky se jactó en la plataforma de redes sociales X de haberse reunido con el presidente de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, y el primer ministro Lawrence Wong, el presidente electo de Indonesia, Prabowo Subianto, el presidente de Timor Oriental, José Ramos-Horta, y una delegación del Congreso estadounidense. Dijo que Ramos-Horta había aceptado asistir a la cumbre de paz.
China, sin embargo, se mantiene firme. En un discurso dirigido a los delegados el domingo, el ministro de Defensa chino, Dong Jun, dijo que su país ha estado “promoviendo conversaciones de paz con una actitud responsable”.
“Nunca hemos proporcionado armas a ninguna de las partes en el conflicto. Hemos puesto controles estrictos a las exportaciones de artículos de doble uso y nunca hemos hecho nada para avivar las llamas. Estamos firmemente del lado de la paz y el diálogo”, afirmó.
Anteriormente, China explicó por qué no participaría en el evento:
“Existe una clara discrepancia entre la agenda de la conferencia , las demandas de China y las expectativas generales de la comunidad internacional, lo que dificulta que China participe en esta reunión”, dijo el viernes a la prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning.
Las exigencias de China de una conferencia de paz que sea justa e imparcial y no esté dirigida contra ninguna de las partes se reflejan en el consenso sobre una solución política a la crisis de Ucrania publicado recientemente junto con Brasil, y expresan las preocupaciones generales de la comunidad internacional, especialmente de los países en desarrollo. dijo el diplomático, añadiendo que tal conferencia podría ser reconocida tanto por Moscú como por Kiev.
Moscú dijo anteriormente que la cumbre del 15 y 16 de junio fue concebida como otro esfuerzo para “impulsar la ‘fórmula de paz’ inviable de Zelensky que ignora los intereses rusos”. Añadió que la reunión será “absolutamente inútil” sin la participación de Rusia.
Además, la cumbre se produce después de que Estados Unidos, el Reino Unido y otros aliados de la OTAN levantaran las restricciones formales que limitaban el uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance proporcionados por Occidente para atacar objetivos dentro de Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió a las naciones de la OTAN que deberían darse cuenta de “con qué están jugando” al permitir que Ucrania ataque dentro de Rusia.