Las elecciones para elegir un nuevo Parlamento Europeo (PE) ocurrirán el próximo 9 de junio, pero desde esta medianoche se convierten en un termómetro de la política española.
Arranca la campaña hacia los comicios que para muchos pudieran ser decisivos en torno al futuro en España, con el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y sus socios de izquierda permanentemente cuestionados por la derecha.
Desde el mismo inicio de la segunda investidura del Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez, el conservador Partido Popular (PP) desarrolló una dura campaña de descalificaciones y críticas al gobernante.
El PP, liderado por Alberto Núñez Feijóo, obtuvo la mayor cantidad de votos en las elecciones generales españolas de julio de 2023, pero no consiguió los escaños parlamentarios requeridos para hacerse de las riendas del Palacio de la Moncloa.
Sánchez, en cambio, lo logró, eso sí con el espaldarazo de las organizaciones independentistas catalanas a las que prometió impulsar una ley de amnistía, pendiente de aprobación definitiva en el Congreso de Diputados.
La legislación propuesta, que daría la libertad a más de un centenar de presos condenados por intentar en 2017 la separación de Cataluña de España, y el regreso el prófugo de la justicia Carles Puigdemont, líder del partido Junts, es uno de los focos favoritos de los ataques del PP.
También del ultraderechista Vox, su socio de gobierno en varias Comunidades Autónomas y municipales.
Ambos añadieron, especialmente, sus cuestionamientos a Sánchez por los presuntos actos de corrupción de su esposa, Begoña Gómez.
Aunque las acusaciones contra Gómez se basan en recortes de prensa enviados a la justicia por un seudosindicato de extrema derecha, Manos Limpias, el PP y Vox siguieron en su andadura frente a Sánchez y todo el espectro de la izquierda.
El PP minimizó la causa en proceso contra Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, peso pesado de la organización.
González Amador se declaró culpable de delitos de defraudación al fisco, algo, que sin embargo, el PP consideró una campaña de desprestigio frente a Ayuso impulsada desde el Ministerio de Hacienda.
Si faltaran ingredientes en la batalla por el poder, se añadieron las polémicas por las tensiones desatadas a raíz de la visita a Madrid del presidente de Argentina, Javier Milei.
España informó del retiro definitivo de su embajadora en Argentina, ante la negativa del presidente de ese país sudamericano, de disculparse por sus ofensas.
Milei, quien no tuvo reparos de acusar a Begoña Gómez de corrupta, puso más leña al fuego en Buenos Aires al afirmar que “Pedro Sánchez es un cobarde que se esconde debajo de las polleras (faldas) de las mujeres”.
Finalmente, tampoco sentó bien al PP el anuncio de Sánchez de que España, junto a Irlanda y Noruega, reconocerá un Estado palestino el próximo martes 28 de mayo.
El PP intentará en las elecciones europeas subir la cota de 13 diputados en la Eurocámara, en tanto el PSOE espera como mínimo mantener sus 21 escaños en el hemiciclo de la Unión Europea.
De todas, el gran peligro y temor es un ascenso de la ultraderecha, una tendencia que parece remarcarse en el Viejo Continente.