El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha afirmado este jueves desde Nueva Caledonia que el territorio sufre “un movimiento insurreccional absolutamente inédito” a raíz de la propuesta de reforma constitucional que permitiría a los ciudadanos franceses votar en las elecciones locales, que se ha saldado con seis muertos, dos de ellos gendarmes, y 280 detenidos.
Nadie había visto venir este nivel de organización y violencia”, ha señalado Macron durante una visita a una comisaría de Policía en la capital, Numea, desde donde ha aplaudido “la sangre fría” y la “profesionalidad” de las fuerzas de seguridad, según ha recogido la cadena de televisión francesa France Info. “Iremos hasta el final”, ha manifestado, antes de reconocer que “los días y semanas siguientes aún serán difíciles”.
“Hay que continuar. Hay puntos que son difíciles de recuperar, pero serán recuperados. No habrá apaciguamiento mientras haya violencia”, ha argumentado durante su visita, tras la que se ha reunido con un grupo de alrededor de 20 jóvenes para escuchar sus puntos de vista sobre la crisis.
Macron ha señalado durante esta conversación que “pese a todo hay un diálogo que continúa en paralelo” y ha reconocido que “aún hay muchas desigualdades”. “Es un nuevo pacto que debe ser construido. Creo que hay un camino, pero es muy difícil”, ha resaltado el inquilino del Elíseo.
En este sentido, ha hecho hincapié en que “ha habido una enorme cantidad de diálogo” sobre la controvertida revisión del censo. “Seguimos siendo un país extraño. En Francia, a los extranjeros se les permitió votar en las elecciones locales. Aquí le decimos a la gente que está aquí desde hace más de diez años: ‘No se puede votar'”, ha argüido.
“No creo que la descongelación (de censo) sea la verdadera causa (de los disturbios). El tercer referéndum causó frustración. Estamos al final de un proceso. Hace falta volver a un camino de futuro. El éxito de los acuerdos es el reconocimiento del pueblo canaco como pueblo originario”, ha afirmado.
“Los últimos 40 años no nos han permitido resolver ciertas brechas. Hemos logrado reconocer el pasado, pero aún no hemos logrado construir el futuro”, ha reseñado Macron, quien había declarado a su llegada a Nueva Caledonia que su “deseo”, así como el de “todo el Gobierno”, es estar “al lado de la población y para que haya lo antes posible un retorno a la paz, la calma y la seguridad”. “Esta es la máxima prioridad”, ha aseverado, antes de precisar que viene con “mucho respeto y humildad”.
MINUTO DE SILENCIO POR LAS VÍCTIMAS
Macron, que ha guardado un minuto de silencio por los seis muertos en los incidentes, ha asegurado que no tiene “límites” de tiempo en el territorio y ha afirmado que “al final del día se tomarán decisiones y se harán anuncios”. “Muchas personas sufren una situación de gran crisis (desde el inicio de los disturbios)”, ha manifestado.
“El apaciguamiento no puede ser volver a donde estábamos antes. El apagaciguamiento no puede pasar por no respetar la expresión popular”, ha señalado, antes de abogar con reunirse con “todas las partes” para lograr “calma” y “avanzar”.
Posteriormente, ha indicado que los soldados desplegados como refuerzo permanecerán en las islas durante “el tiempo que sea necesario”, incluso durante los Juegos Olímpicos, que tienen lugar en París del 26 de julio al 11 de agosto. Además, ha indicado que no quiere la renovación del estado de emergencia, pero ha pedido a las fuerzas políticas que pidan “con claridad” el levantamiento de los bloqueos.
Por su parte, las autoridades de Nueva Caledonia han detallado durante la jornada que “el reabastecimiento de alimentos a ciertos hogares puede resultar difícil debido a las actuales condiciones de seguridad y tráfico”. Por ello, ha anunciado el establecimiento un número de teléfono gratuito para apoyar a “personas vulnerables o aisladas que necesiten ayuda alimentaria de emergencia”.
El conflicto estalló el pasado 13 de mayo tras el debate en el Parlamento francés sobre una reforma electoral que concede el voto a los ciudadanos franceses. El texto, aprobado finalmente y que Macron quiere ratificar el mes que viene, propone el derecho a voto para ciudadanos franceses que lleven al menos diez años residiendo en el territorio.
Los canacos, y en especial la alianza independentista del Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS), han denunciado la propuesta como un varapalo a sus aspiraciones en un momento especialmente crítico de las relaciones con Francia, después de que la alianza boicoteara el último referéndum de independencia de 2021, que se saldó con victoria de los unionistas.