El presidente Joe Biden ampliará el estatus de importante aliado no perteneciente a la OTAN a Kenia durante la visita de estado de tres días que realizará el líder del país africano esta semana, confirmaron dos funcionarios estadounidenses.
Kenia se convertirá en la primera nación subsahariana en recibir la designación, que permite al país receptor obtener armamento más sofisticado de Estados Unidos y participar en una cooperación de seguridad más estrecha.
El nuevo estatus es una mejora en la relación entre las dos naciones, una que podría darle a Washington una mayor influencia en África Oriental. Ambos países ya tienen una relación antiterrorista de larga data, trabajando juntos para combatir al grupo terrorista al-Shabaab que ha lanzado mortíferos ataques regionales durante décadas. Kenia también forma parte del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, una coalición de unas 50 naciones que se reúnen periódicamente para coordinar la mejor manera de armar a Kiev contra Moscú.
“Si algún país en África que aún no tiene el estatus tiene un caso prima facie para ser designado un importante aliado fuera de la OTAN, es Kenia”, dijo J. Peter Pham, ex alto funcionario africano de la administración Trump.
El creciente vínculo entre Washington y Nairobi se produce cuando la administración Biden se preocupa por la creciente influencia de China en el continente africano, además de los vínculos de Rusia con Kenia. Aunque Biden aún no ha viajado al continente, como prometió, el estatus de principal aliado fuera de la OTAN podría servir como consuelo y señal de intención.
Judd Devermont, quien hasta este año dirigió el trabajo sobre África en el Consejo de Seguridad Nacional de Biden, dijo que “mejorar la forma en que nos asociamos con África ha sido un paso importante durante nuestra administración”.
En 2022, la Casa Blanca publicó una estrategia para África subsahariana y en diciembre celebró una Cumbre de Líderes entre Estados Unidos y África.