El ex marine real Matthew Trickett fue acusado de vigilar a los activistas independentistas de Hong Kong para el gobierno chino.
Un excomando británico acusado de espiar para el gobierno chino fue encontrado muerto en circunstancias “inexplicables” una semana después de haber sido acusado ante el tribunal.
Matthew Trickett fue encontrado por un ciudadano en un parque cerca de su casa en Maidenhead el martes, dijo la policía de Thames Valley en un comunicado. Los oficiales intentaron brindar tratamiento de emergencia, pero Trickett fue declarado muerto en el lugar.
La fuerza describió la muerte de Trickett como “inexplicable” y agregó que se llevaría a cabo una investigación post mortem “a su debido tiempo”.
Trickett sirvió en los Royal Marines entre 2007 y 2013, antes de trabajar como oficial de inmigración y consultor de seguridad privada, según informes de los medios británicos.
El hombre de 37 años compareció ante un tribunal de Londres la semana pasada, donde fue acusado de ayudar al servicio de inteligencia de Hong Kong y de “acordar llevar a cabo la recopilación de información, vigilancia y actos de engaño” contra activistas independentistas de Hong Kong en el Reino Unido. Trickett fue acusado junto con Bill Yuen Chung-biu, director de la Oficina Económica y Comercial de Hong Kong en Londres, y Peter Wai, un oficial de la Fuerza Fronteriza del Reino Unido con doble ciudadanía británica y china.
Ni Trickett ni sus presuntos cómplices se declararon culpables y los tres quedaron en libertad bajo fianza. Debían comparecer nuevamente ante el Juzgado Central de lo Penal este viernes.
Durante la audiencia inicial, los fiscales le dijeron a la juez Louisa Ciecora que Trickett había amenazado con suicidarse mientras estaba bajo custodia y dijo que “iba a suicidarse” cuando lo liberaran porque “no tiene nada por qué vivir”.
Después de que los tres hombres fueron acusados, el jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, condenó las acusaciones “injustificadas” contra el gobierno de su ciudad, mientras que la embajada de China en el Reino Unido criticó la “invención maliciosa y la acusación injustificada” contra Hong Kong.
Hong Kong es una región administrativa especial de China y una antigua colonia británica. Se gobierna a sí mismo de forma autónoma, aunque a Beijing se le permite llevar a cabo ciertas operaciones de aplicación de la ley en la ciudad y ejerce cierta influencia sobre su gobierno ejecutivo.
Las protestas estallaron en 2019 después de que el consejo legislativo de la ciudad propusiera un proyecto de ley que permitiría la extradición de fugitivos a China continental. Mientras Lee retiraba el proyecto de ley, los activistas –muchos de ellos radicados en Occidente– continuaron abogando por la secesión de la ciudad de China. Beijing considera que ese activismo es separatismo ilegal.