El personal de los aeropuertos parisinos de Orly, Le Bourget y Roissy planea hacer huelga el martes para exigir el pago de primas por el trabajo durante los Juegos Olímpicos, informa Le Parisien.
Anteriormente, los principales sindicatos –la Confederación General del Trabajo (CGT), la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA), la Confederación Democrática Francesa del Trabajo (CFDT) y Fuerza de Trabajadores (FO) convocaron una huelga.
El martes por la mañana, la acción tendrá lugar frente a la Terminal 2E del aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle. Como muestra la experiencia de protestas similares en el pasado, esto podría causar problemas al tráfico en las proximidades del puerto aéreo.
Los trabajadores del aeropuerto exigen una bonificación única para todos los empleados que trabajarán entre el 8 de julio y el 15 de septiembre, un aumento de la dotación de personal para reducir la carga de trabajo, una jubilación anticipada para tener en cuenta las duras condiciones laborales y un aumento de los salarios.
Los trabajadores ferroviarios también están convocando a una huelga este martes para presionar por un aumento de las bonificaciones otorgadas como compensación por el trabajo extra durante los Juegos Olímpicos de París.
El tráfico sufrirá “perturbaciones muy graves”, afirmó la SNCF, y algunas líneas se suspenderán fuera de las horas punta. El operador de red regional Transilien Paris instó a la gente a trabajar desde casa o buscar un transporte alternativo el martes, después del día festivo del lunes.
Las protestas que duran meses están dando resultados
Meses antes de los Juegos, los sindicatos advirtieron sobre huelgas y amenazas de acciones industriales, incluso por parte de los recicladores y los trabajadores públicos y de la salud.
Los recolectores de basura obtuvieron este mes aumentos salariales además del bono olímpico, evitando jornadas de huelga previstas para finales de mayo y durante la duración de los Juegos.
En abril, una huelga de los controladores aéreos franceses obligó a las aerolíneas a cancelar el 75 por ciento de los vuelos en el aeropuerto de París Orly y el 65 por ciento en París-Roissy y Marsella.