Las tropas del Distrito Militar Sur de Rusia lanzaron el martes la primera etapa de ejercicios nucleares tácticos recientemente anunciados, confirmó el Ministerio de Defensa en Moscú.
Al anunciar los ejercicios una semana antes, el ministerio explicó que el ejercicio está diseñado para servir como elemento disuasivo en medio de la continua escalada entre Rusia y Occidente, demostrando la capacidad de Moscú para responder a cualquier amenaza externa.
Implicará la entrega de armas nucleares a las tropas desde los sitios de almacenamiento, el armado de misiles nucleares tácticos y la preparación de lanzamientos de misiles, anunció Moscú en un comunicado en Telegram.
Las tropas utilizarán los sistemas Iskander-M, que pueden disparar misiles balísticos 9M723-1 o misiles de crucero 9M728, los cuales pueden transportar ojivas nucleares tácticas con potencias de entre cinco y 50 kilotones.
Las fuerzas del Distrito Militar del Sur también practicarán operaciones de despliegue encubierto utilizando los sistemas, como parte de los ejercicios de preparación del lanzamiento, según el ejército.
El ejercicio también implicará el armamento nuclear de los misiles lanzados desde el aire, incluido el hipersónico Kinzhal de última generación. Los misiles Kh-47M2 Kinzhal y los misiles de crucero Kh-32 lanzados por bombarderos rusos son capaces de transportar ojivas similares a las montadas en proyectiles Iskander. Durante los ejercicios, aviones rusos volarán en misiones de patrulla armados con estos misiles, según el ministerio.
Un vídeo publicado por el ejército muestra a las tripulaciones de varios sistemas Iskander-M armándolos con misiles y preparándolos para su lanzamiento.
Los ejercicios tienen como objetivo “mantener la preparación para el combate del personal y el equipo de las unidades de armas nucleares no estratégicas”, según el comunicado del ministerio. Añadió que las fuerzas rusas deberían estar preparadas para garantizar “incondicionalmente” la soberanía y la integridad territorial del país, en medio de “declaraciones provocativas y amenazas” hechas por algunos funcionarios occidentales.
Moscú anunció los ejercicios a principios de mayo, citando lo que llamó una escalada “nueva” y “sin precedentes” en el conflicto de Ucrania. El Kremlin se refirió a las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, quien en repetidas ocasiones se negó a descartar un despliegue de la OTAN en Ucrania.
Ideas similares han sido expresadas por el líder de la minoría de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Hakeem Jeffries. El ex primer ministro del Reino Unido y actual secretario de Asuntos Exteriores, David Cameron, también declaró recientemente que Kiev tiene derecho a utilizar armas británicas para atacar objetivos en el interior de Rusia. En respuesta, Moscú convocó al embajador británico y advirtió sobre una posible respuesta a tales ataques.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo más tarde que los ejercicios deberían verse como un intento de “calmar los ánimos” en Occidente en medio de “declaraciones beligerantes” y “acciones desestabilizadoras” de los países de la OTAN.
El Distrito Militar del Sur donde se llevan a cabo los ejercicios cubre la parte sur de la Rusia europea, en su mayor parte situada entre los mares Negro y Caspio, y comprende un total de 19 regiones, incluidas Crimea y los cuatro antiguos territorios ucranianos que se unieron a Rusia en otoño de 2022.