El primer ministro australiano, Anthony Albanese, exigió el fin del encarcelamiento de Julian Assange, ya que su extradición desde una prisión de Londres a Estados Unidos quedó temporalmente en suspenso.
Albanese reiteró su llamamiento para que se ponga fin a la persecución de Assange, un ciudadano australiano, y destacó que su detención en curso no produciría ningún beneficio.
“Continuamos trabajando muy estrechamente para lograr ese resultado”, dijo el martes a los periodistas el sexagenario primer ministro, añadiendo que “ya es suficiente”.
Albanese había expresado anteriormente su preocupación, diciendo que el actual procesamiento de Assange “no puede seguir y seguir indefinidamente”.
Su última petición se produjo a la luz de la decisión del lunes del Tribunal Superior del Reino Unido que permitió la apelación de Assange contra la extradición, lo que obstaculiza los intentos de Washington de procesarlo por revelar información militar estadounidense. Su extradición fue aprobada por el Reino Unido en junio de 2022.
Al hacker australiano de 52 años y fundador de WikiLeaks se le ha concedido permiso para iniciar una apelación limitada, que examinará si se le concederán derechos de libertad de expresión como no ciudadano dentro del marco legal estadounidense.
Si la decisión del lunes hubiera ido en su contra, el equipo legal de Assange dijo que podría haber estado en un avión hacia Estados Unidos en un día, concluyendo así más de una década de disputas legales en el Reino Unido.
El anuncio provocó celebraciones de júbilo entre los seguidores que se reunieron frente al tribunal.
“No sabemos cuánto tiempo durará esto y le costará un precio enorme”, dijo a Reuters su esposa, Stella Assange, que había estado en el tribunal con el hermano y el padre de Assange.
“Espero que la administración estadounidense analice este caso y ahora… considere que simplemente debería abandonarse”, dijo. “Las señales deben ser claras de que es hora de dejarlo”.
Entre la información que Assange reveló, hay unos 700.000 documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas de Estados Unidos, y los crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos en Irak.
Desde abril de 2019 se encuentra recluido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh en Londres, tras un período de siete años de reclusión en la embajada de Ecuador en Londres.
El gobierno de Estados Unidos está iniciando acciones legales contra Assange por revelar inteligencia militar estadounidense confidencial relacionada con las guerras en Irak y Afganistán.