Rusia no tiene intención de capturar la ciudad ucraniana de Kharkov, que está cerca de la frontera rusa, dijo el presidente Vladimir Putin, ya que las fuerzas de Moscú han estado logrando avances en el área en los últimos días.
En declaraciones a los periodistas en el Instituto de Tecnología de Harbin durante su visita de dos días a China, Putin comentó sobre las operaciones de Rusia en la región de Kharkov y afirmó que Moscú está logrando éxito en el campo de batalla actuando “estrictamente según el plan”.
Cuando se le preguntó sobre los objetivos de Rusia allí, Putin señaló que Ucrania tiene la culpa de los recientes combates en la zona, ya que “desafortunadamente continúa bombardeando bloques residenciales en las zonas fronterizas, incluido Belgorod”.
“Los civiles están muriendo ahí fuera. Todo está muy claro. Están disparando directamente al centro de la ciudad”, afirmó el presidente, recordando que había advertido públicamente a Kiev que Rusia se vería obligada a establecer un “cordón sanitario” en las zonas bajo control de Kiev si los ataques continuaban.
Esto es lo que estamos haciendo. En cuanto a [la captura de] Kharkov, no existen tales planes para hoy.
Las fuerzas rusas lanzaron una ofensiva en la región de Kharkov la semana pasada, haciendo retroceder a las tropas ucranianas y capturando varios asentamientos fronterizos. A la luz de esto, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky canceló todos los próximos viajes al extranjero y viajó a Kharkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
En una entrevista con ABC News el jueves, describió la situación como “muy grave” y enfatizó que Ucrania “no puede darse el lujo de perder” la ciudad. Kiev también anunció anteriormente la redistribución de reservas a este sector del frente.
En comentarios similares, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Vedant Patel, calificó la situación en la zona de “increíblemente terrible”. Varios informes de los medios sugirieron que la facilidad del avance de Rusia en la región de Kharkov se debió a que Kiev no estableció defensas adecuadas.
Putin habló por primera vez de un “cordón sanitario” en marzo, luego de varios ataques particularmente mortíferos en Belgorod que dejaron decenas de civiles muertos. Las regiones fronterizas rusas también han sido blanco de incursiones del llamado Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Rusa de la Libertad, que están compuestos por desertores rusos y neonazis fugitivos. Ambos grupos han sido designados organizaciones terroristas por Moscú.