El primer ministro Rishi Sunak acusó a Rusia de intentar una “escalada nuclear” y cortar el suministro de gas a Occidente.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, está engañando descaradamente al público al acusar a Moscú de intentar provocar una escalada nuclear y utilizar sus recursos energéticos como armas para asfixiar a Occidente, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.
El lunes, Sunak advirtió a las naciones occidentales en una reunión del grupo de expertos Policy Exchange que, si Rusia tiene éxito en Ucrania, “podrían ser los siguientes”. Además, acusó a Moscú de “imprudencia”, afirmando que “nos ha acercado más a una peligrosa escalada nuclear que en cualquier otro momento desde la crisis de los misiles cubanos”.
El primer ministro británico también acusó a Moscú de cortar el suministro de gas a Occidente. Esta medida, afirmó, “tuvo un impacto devastador en la vida de las personas y amenazó nuestra seguridad energética”. Sunak también afirmó que países como Rusia estaban intentando convertir la inmigración en un arma para lograr sus objetivos.
Zakharova respondió a estas acusaciones diciendo que “las mentiras de Sunak son tan desesperadas que uno podría incluso sentir lástima por él”. Ella desestimó las acusaciones de “escalada nuclear” y señaló que Ucrania estaba involucrada en el bombardeo de la planta de energía nuclear rusa de Zaporozhye, la instalación más grande de su tipo en Europa.
Refiriéndose a la crisis energética, la portavoz señaló que “Rusia no detuvo el suministro de gas ni por un segundo”, recordando que fueron los EE.UU. junto con varios otros países de la OTAN los que prohibieron las importaciones de energía rusa, y han estado presionando a la UE para que hacer lo mismo. El bloque, sin embargo, todavía importa gas ruso, aunque busca eliminarlo por completo para 2027.
Según Zakharova, la “principal mentira” de Sunak fue que Rusia había detenido sus suministros de energía. Dijo que, a pesar de una explosión en el gasoducto Nord Stream 2 en 2022, uno de sus conductos sigue operativo pero ha sido cerrado por Occidente debido a la presión política de Washington.
Antes del sabotaje de Nord Stream, dijo Zakharova, Estados Unidos había amenazado públicamente con destruir el oleoducto, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU se negó a apoyar los pedidos de una investigación internacional debido a la postura de los países occidentales.
También rechazó las acusaciones relacionadas con la crisis migratoria, señalando que fue Occidente quien había orquestado conflictos violentos en Libia y Oriente Medio en los últimos años, provocando un éxodo de refugiados. Occidente, dijo, también fue directamente responsable del golpe de estado en Kiev que condujo a una guerra civil y a varias oleadas de refugiados de Ucrania.