El Departamento de Defensa de Estados Unidos informó que realizó hasta hoy 21 vuelos militares a Haití, una nación intervenida por el país norteño en 1915 y ocupada hasta la década del 30 del siglo pasado.
Washington entregó aquí 577 toneladas de equipos pesados y de asistencia sanitaria, herramientas de construcción, productos de higiene y saneamiento; además de armas y municiones para la Policía Nacional de Haití.
Según el diario Le Nouvelliste, este respaldo fue transportado en aeronaves militares C-130, y supuestamente tiene entre sus objetivos restablecer la seguridad en el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture, así como preparar la llegada y el mantenimiento de la misión multinacional de apoyo a la seguridad.
En ese contexto, más de 100 vuelos del ejército estadounidense y aviones arrendados por el Departamento de Estado de la nación norteña se esperan en Puerto Príncipe en las próximas jornadas.
Washington trabaja apresuradamente en brindar una logística a la fuerza multinacional que apoyará la Policía Nacional de Haití contra una coalición de pandillas que aterroriza a esta capital.
Esta semana las naves militares trajeron materiales y personal para la construcción de la base de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad que está programada para comenzar a llegar a fines de mayo. El primer avión militar norteamericano llegó a Haití a plena luz del día el pasado 23 de abril sin contratiempo alguno, justo cuando el aeródromo estaba cerrado desde el 4 de marzo.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos comprometió 200 millones de dólares en equipos de seguridad y para apoyar la misión de la misión multinacional, y algunos expertos consideran que estas acciones pretenden crear condiciones para una eventual presencia de mayor envergadura de sus fuerzas y medios en territorio haitiano.
Washington -recuerdan algunos medios- es considerado aquí el culpable del caos económico, político y social que vive el país caribeño al cual intervino militarmente en 1915 y supuestamente lo abandonó en 1934.
La mayoría de las armas y municiones que utilizan los pandilleros que martirizan a la población provienen de Estados Unidos.