Una organización humanitaria pidió hoy un aumento de la ayuda con alimentos y otros bienes a poblaciones afectadas por la desnutrición como consecuencia de encarnizados combates en la región sudanesa de Darfur.
La respuesta humanitaria debe incrementarse ante la escalada de enfrentamientos armados entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), difundió mediante un comunicado la Organización No Gubernamental Médicos Sin Fronteras.
El ente consideró que las carencias alimentarias y la desnutrición catastrófica son palpables en las poblaciones de los alrededores de la ciudad de El Fasher, epicentro de los choques armados, y el campo de desplazados de Zamzam, en Darfur Norte.
Mediante un estudio en el sitio de los desplazados, que también abarcó a mujeres embarazadas, se pudo constatar, tras un examen a más 46 mil niños, que el 30 por ciento de ese grupo sufre desnutrición aguda y en otro ocho por ciento esa condición es aguda grave, apuntó.
En medio del asedio de El Fasher por las RSF, recientemente el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, llamó a proteger en Darfur Norte a los civiles, objeto de violencia y los cuales luchan por sobrevivir.
El Programa Mundial de Alimentos, agencia de Naciones Unidas, en abril último entregó alimentos a más de 300 mil civiles sudaneses, incluidos 40 mil habitantes de El Fasher, donde los desplazados internos representan alrededor de la mitad de la población.
Tal asistencia, no obstante, resulta insuficiente para los pobladores, los cuales además de la violencia sufren escasez de bienes de consumo por las escasas producciones agrícolas determinadas por ciclos de persistentes sequías o abundantes lluvias.
Desde el estallido del conflicto armado en Sudán en abril de 2023, resultaron muertas 14 mil personas y heridas otras miles, además de la destrucción de infraestructuras valiosas como industrias y viviendas, y el desplazamiento de más de ocho millones de seres humanos.