El Senado de Estados Unidos aprobó el martes por unanimidad un proyecto de ley que prohíbe la importación de uranio enriquecido desde Rusia. La reunión fue retransmitida por el sitio web de la cámara alta del legislativo.
Previamente, la iniciativa fue aprobada por la Cámara de Representantes del Congreso. Ahora el documento deberá ser firmado por el presidente estadounidense, Joe Biden. La Casa Blanca ha dicho que apoya el proyecto de ley.
Prohibiría las importaciones de uranio ruso a Estados Unidos 90 días después de su entrada en vigor, con exenciones temporales vigentes hasta enero de 2028.
Así, la iniciativa permite al Departamento de Energía de Estados Unidos, de acuerdo con el Secretario de Estado y el Secretario del Tesoro, emitir permisos para la importación de uranio ruso en los volúmenes permitidos por la legislación estadounidense vigente. El documento también impone obligaciones al Ministerio de Energía de buscar y brindar al Congreso opciones para reemplazar los suministros de uranio de la Federación Rusa.
El 29 de abril, Bloomberg informó que la administración Biden estaba considerando introducir una prohibición a la importación de uranio enriquecido desde Rusia. La atención de la administración estadounidense a este tema se debió a que el trabajo del Congreso sobre esta iniciativa estaba “estancado” en ese momento.
Estados Unidos ha estado intentando en los últimos años reemplazar el uranio ruso de alta calidad y poco enriquecimiento para alimentar sus reactores nucleares modulares. Desde el comienzo de la operación militar especial, las autoridades estadounidenses se apresuraron a buscar oportunidades para utilizar parte de sus reservas de uranio para cargar nuevos reactores en el futuro. La idea de desarrollar y utilizar una nueva generación de pequeños reactores está especialmente extendida en Estados Unidos. Sin embargo, los promotores estadounidenses temen no poder recibir pedidos para sus reactores si no se garantiza el suministro de uranio enriquecido en la cantidad necesaria. La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, dijo que Estados Unidos ya no debería enviar dinero a Rusia para comprar uranio o cualquier otro tipo de combustible. Según ella, Washington está trabajando para reducir las importaciones de uranio de Rusia aumentando su capacidad.
En febrero, el Departamento de Comercio de Estados Unidos informó que la Federación de Rusia vendió más de 1.200 millones de dólares en uranio a Estados Unidos, lo que supuso un récord desde 2009. Rusia mantuvo el primer lugar en términos de ingresos entre los países que exportan uranio enriquecido a Estados Unidos.