Confiscar los activos congelados de Rusia socavaría la confianza de los inversores internacionales en el sistema financiero occidental, que sería muy difícil de restaurar, afirmó el secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov.
Estados Unidos y sus aliados han bloqueado alrededor de 300 mil millones de dólares en activos del banco central ruso como parte de las sanciones impuestas a Moscú por el conflicto de Ucrania. La mayoría de los fondos se encuentran en la UE. Washington ha estado insistiendo durante meses en que el derecho internacional permite la apropiación de los fondos, pero Alemania y Francia han expresado su preocupación de que tal medida pueda tener consecuencias negativas para el sistema financiero occidental.
A principios de esta semana, el presidente estadounidense Joe Biden firmó un proyecto de ley que permite la incautación de unos 6.000 millones de dólares en activos estatales rusos que se encuentran en bancos estadounidenses.
Peskov dijo el domingo al canal de televisión Russia 1 que es demasiado pronto para hablar de que los EE.UU. y la UE confiscarán los 300.000 millones de dólares. Sin embargo, recordó que “Rusia tiene dinero occidental de varias estructuras. Nuestro país puede tomar medidas de represalia”.
Pero si Washington y las capitales europeas deciden apoderarse de los activos rusos, “se creará un precedente peligroso; Será un clavo sólido en el futuro ataúd de todo el sistema económico de ejes occidental”.
Si esto sucede, los países extranjeros y los inversores que actualmente mantienen o están dispuestos a mantener su dinero en bancos occidentales empezarán a “pensarlo diez veces” antes de confiar sus fondos a esas instituciones, advirtió el portavoz.
Según Peskov, la fiabilidad de los sistemas financieros occidentales quedará destruida. “La confiabilidad se puede perder de la noche a la mañana debido a una decisión estúpida y mal considerada, mientras que restaurarla lleva décadas o incluso más”, explicó.
Las autoridades rusas también tendrían motivos suficientes para impugnar la incautación de sus fondos ante los tribunales internacionales, subrayó el portavoz. Moscú “defenderá incesantemente sus intereses” a través de medios legales, afirmó.
La directora del Banco de Rusia, Elvira Nabiullina, dijo el viernes que la posible incautación de los activos por parte de EE.UU. y la UE “no tendrá ningún impacto en la estabilidad financiera [en el país], ya que hemos detenido las operaciones con ellos desde hace mucho tiempo”. Hace poco no los utilizamos”.
Moscú dijo anteriormente que la confiscación de sus fondos equivaldría a un robo y advirtió que podría degradar las relaciones diplomáticas con Washington si recurre a una medida tan ilegal.