El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que un país soberano necesita una industria nacional fuerte, al asistir a la reapertura de una planta de producción de insulina en el estado de Minas Gerais (sudeste).
La fábrica de la farmacéutica Biomm está ubicada en el municipio minero Nova Lima y, con su reanudación, el Gobierno federal dio otro paso importante para la concreción del Complejo Económico-Industrial de la Salud de Brasil, lanzado por Lula en septiembre.
Tras inaugurar a principios de abril una fábrica de medicamentos para personas con hemofilia, en el estado de Pernambuco (nordeste), el gobernante participó este viernes en el evento que marca la reanudación en la producción de insulina y la autosuficiencia en la elaboración y garantía de acceso al tratamiento a todos los pacientes con diabetes
«Las personas que amputan a causa de la diabetes no van a necesitar más porque Biomm va a estar en el mercado ofreciendo a nuestro SUS (estatal Sistema Único de Salud) a un precio asequible, para que la gente pueda distribuir gratis a los brasileños que sufren diabetes. Este es un hecho extraordinario», celebró el mandatario.
Con verbo emocionado, Lula hizo alusión a su bisnieta, de siete años y que sufre de diabetes, la cual estará agradecida por el resto de su vida por la fábrica.
En redes sociales, el exsindicalista hizo varias publicaciones sobre la inauguración. En una de ellas publicó un video de la visita a la planta y escribió: «Hoy celebramos la reanudación de la producción de insulina en Brasil. Y tuve el placer de visitar la fábrica de Biomm para celebrar más esa conquista de nuestro país».
Durante la solemnidad, el gobernante recibió el primer medicamento que salió de la línea de producción de manos de la funcionaria Claudiane Andrade y su colega, la farmacéutica de Biomm, Isabella Silva.
Biomm es una empresa ciento por ciento nacional e integra el Programa de Asociación para el Desarrollo Productivo del Ministerio de Salud que busca la autosuficiencia en la producción y el acceso al tratamiento en todo el país.
«La compañía sigue con la expansión y consolidación del portafolio para contribuir con la ampliación del acceso de la población a biomedicamentos comprobadamente innovadores, seguros y eficaces», relató recientemente el director de relaciones con inversionistas de la compañía, Renato Arroyo.
Fundada en 2001 y con inversiones cercanas a los 800 millones de reales (160 millones de dólares), la fábrica de Nova Lima tiene capacidad para producir hasta 40 millones de frascos y jeringas de biomedicamentos por año que, según la empresa, contribuirán a atender más del 80 por ciento de la demanda nacional.