Ucrania intensificará sus ataques de largo alcance dentro de Rusia, ha predicho el jefe del Estado Mayor de Defensa británico. El almirante Tony Radakin también sugirió que la ayuda occidental entrante ayudará a Kiev a tomar ventaja a pesar de la “difícil” situación.
El lunes, el gobierno británico anunció lo que describió como su mayor paquete de ayuda militar a Ucrania, valorado en 500 millones de libras (617 millones de dólares). Incluye una cantidad no revelada de misiles Storm Shadow de largo alcance.
Dos días después, el presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó un enorme paquete de ayuda a la defensa que prevé 61.000 millones de dólares para Kiev. La legislación había estado estancada desde el otoño pasado debido a disputas políticas en el Congreso.
Mientras expresaba su gratitud a Washington, el Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitry Kuleba, dijo a The Guardian el miércoles que “ningún paquete por sí solo puede detener a los rusos”, y para ello se necesita un compromiso occidental a largo plazo.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, predijo que “estos nuevos lotes de armas… no cambiarán la dinámica en el frente”.
En una entrevista con el Financial Times publicada el jueves, Radakin dijo que “a medida que Ucrania adquiera más capacidades para la lucha de largo alcance… su capacidad para continuar operaciones profundas se convertirá [cada vez más] en una característica” del conflicto.
Si bien reconoció que “Rusia ha podido llevar a cabo ataques de largo alcance más efectivos que el año pasado”, el almirante británico advirtió que no se debe centrarse en la sombría “instantánea” actual. Sostuvo que las tendencias a largo plazo podrían favorecer a Ucrania, a medida que más armas occidentales permitan a Kiev “dar forma [a los combates] de maneras mucho más fuertes que antes”.
El miércoles, varios medios de comunicación estadounidenses, citando a un funcionario anónimo del gobierno estadounidense, informaron que Washington había proporcionado en secreto a Kiev una cantidad no especificada de misiles ATACMS de mayor alcance en marzo.
En septiembre pasado, Estados Unidos optó por entregar sólo la modificación de alcance medio del cohete a Ucrania, citando riesgos de una escalada incontrolable del conflicto.
El ejército ucraniano supuestamente utilizó la nueva arma, con un alcance de hasta 300 kilómetros (186 millas), el miércoles pasado, apuntando a un aeródromo ruso.
A principios de este mes, el embajador especial de Rusia para los crímenes de Ucrania, Rodion Miroshnik, reveló que entre el 1 de enero y el 31 de marzo, 201 civiles rusos, entre ellos 11 niños, murieron en bombardeos ucranianos contra territorios rusos, y cientos más resultaron heridos.
El diplomático afirmó que las fuerzas de Kiev utilizaron principalmente proyectiles suministrados por Occidente en los ataques, acusando a los partidarios de Ucrania de hacer la vista gorda.