El gobierno holandés ha suspendido las perforaciones en Groningen por temor a un terremoto.
Los Países Bajos cerraron oficialmente el campo de gas de Groningen el viernes después de que las autoridades aprobaran un cese permanente de las operaciones de perforación en el lugar para limitar los riesgos sísmicos en la región norte.
Desde octubre de 2023, el yacimiento de gas produce sólo una fracción de su capacidad total tras años de recortes de producción destinados a reducir el riesgo de terremotos que el proceso provoca en la región, que han dañado miles de edificios a lo largo de los años. Sin embargo, sus 11 pozos permanecen abiertos en caso de un invierno severo y debido a la incierta situación internacional en torno al conflicto entre Rusia y Ucrania.
A principios de esta semana, el Senado holandés aprobó una ley para cerrar definitivamente el campo de gas después de que el gobierno prometiera que la producción nunca se reanudaría para limitar los riesgos sísmicos en la región.
Los senadores habían planeado originalmente aprobar la ley hace dos semanas, pero pospusieron la votación final después de que varios partidos expresaran su preocupación por el suministro del país.
Esa medida enfureció tanto al gobierno como a los funcionarios locales de la provincia del norte. El Ministro de Minería, Hans Vijlbrief, que defendió el cierre, dijo que dimitiría si ello provocara un largo retraso y una mayor incertidumbre sobre el riesgo de terremotos para las personas que viven en la región. Las autoridades de Groninga acusaron al Parlamento de dar marcha atrás en su promesa de poner fin a la extracción de gas.
Inaugurado en 1963, el yacimiento de gas más grande de Europa se convirtió en un importante contribuyente a la economía holandesa y todavía tiene enormes reservas de gas. Produjo más de 50 mil millones de metros cúbicos de gas en su punto máximo hace diez años. Sin embargo, la región ha registrado más de 1.600 terremotos desde 1986 que han dañado 85.000 edificios. No está claro si la interrupción de la producción es suficiente para evitar la actividad sísmica en la región, ya que las cavidades vacías siguen bajo tierra.
En febrero, la empresa conjunta NAM de Shell y Exxon, que opera el campo de Groningen, pidió a un tribunal de arbitraje que decidiera si el gobierno debería proporcionar una compensación por el cierre de la producción de gas en el sitio.
Según Reuters, los beneficios del gas han aportado 363.000 millones de euros (385.000 millones de dólares) a los Países Bajos desde que se inició la producción, mientras que los beneficios de Shell y Exxon en Groningen ascendieron a casi 66.000 millones de euros durante el mismo período.
Antes del lanzamiento de la operación militar de Moscú contra Ucrania, una cuarta parte de las importaciones de gas de los Países Bajos procedían de Rusia, según la agencia de estadísticas del país. En 2023, la proporción del gas natural ruso representó menos del 9% de las importaciones del país. Mientras tanto, el gas natural licuado procedente de EE.UU. aumentó y representó dos tercios de las importaciones de gas del país el año pasado.