Miles de personas han salido a la calle este lunes para protestar frente al Parlamento de Georgia por la ley de agentes extranjeros impulsada por el gubernamental partido Sueño Georgiano, un polémico proyecto que ya ha provocado olas de manifestaciones en el pasado.
A pesar de que el líder de Sueño Georgiano en el Parlamento, Mamuka Mdinaradze, ha detallado que se ha sustuido la expresión “agente de influencia extranjera” para adoptar la de “organización que defiende los intereses de una potencia extranjera”, las voces críticas que consideran el proyecto de corte ruso han vuelto a convocar protestas en varios puntos del país.
Así, los manifestantes han convocado otra marcha a las 19.00 (hora local) para tratar de bloquear nuevamente la legislación, que ya en marzo de 2023 fue aprobada en una primera lectura en la Cámara, pero acabó por ser retirada ante el contundente rechazo de la población georgiana.
Este proyecto obliga a registrarse como “agentes de influencia extranjera” a todas aquellas organizaciones, medios de comunicación y entidades similares que reciban al menos un 20 por ciento de su financiación del exterior, una medida similar a las vigentes en Rusia y que, según grupos de defensa de los Derechos Humanos, merman las libertades fundamentales.